viernes, 25 de mayo de 2012

Capítulo 10


Volví a besarle, añadiendo esta vez unos suaves mordiscos en sus labios.
Sentía que el pecho me iba a estallar, pues el corazón me latía demasiado rápido.
Entonces, llamaron a la puerta.
-¡Cris! ¡Lou! ¿Qué hacéis ahí dentro? ¡No os oigo hablar! ¿Ya habéis acabado? ¡Niall y yo tenemos hambre!-dijo Harry, aporreando la puerta desde el otro lado.
Me separé de Louis y volví a poner las piernas en el suelo.
Él fue a decir algo, pero yo me llevé un dedo a los labios indicándole que guardara silencio y no dijera nada de esto.
De momento, esto era un secreto.
Abrí la puerta y salí al pasillo, donde Harry esperaba de brazos cruzados.
-¿Y bien?-preguntó.
-Ya lo hemos arreglado, ¿verdad, Lou?
-Claro.
-¡Perfecto! Me alegro por vosotros, pero sigo queriendo mi cena. ¿Qué, Cris? ¿Qué nos vas a hacer de cenar hoy?
-¿Qué? ¿Yo?
-Claro, ¿quién si no?
-Oh, no, Harry… Tengo que irme.
-Pero, ¿por qué?
-Es que… Antes le grité a Bego y me siento muy mal. Si no la llamo ahora, me sentiré peor.
-Nosotros tenemos un teléfono, ¿sabes? O si no toma, mi móvil-dijo, pasándomelo.
Dios, este chico era persistente, desde luego.
-Es que no me sé el número de memoria.
-Vaya por Dios. Bueno… Está bien. Por hoy, te libras.
Bajé a despedirme de Niall y, tras intercambiar una última mirada con Louis, volví a casa.
¿Por qué, aunque me sentía bien, genial, con ganas de saltar, gritar y cantar, me sentía como si me faltara algo? ¿Por qué, por qué, por qué, por qué, por qué?
Tenía que hablar con alguien y contárselo.
Rápidamente, llamé a Bego pero me saltó el contestador.
Una, dos, diez veces… Y nada. Siempre el contestador.
¿Y ahora con quién hablaba yo?
Sí, había conseguido lo que quería… Louis ya no estaba con Amber, y nos habíamos besado, pero… ¿Por qué no me sentía completa? ¡Maldita yo fuera!
¿Mis padres? ¡No! Por nada del mundo les contaría yo algo así.
Seguro que me daban la tan famosa charla sobre sex… Mejor no pensarlo. Conociéndoles, seguro que era así. Puff.
¿Rebe, Megan o Candy? Imposible.
Estaban en Madrid y, aunque las enviase un correo, tardarían en contestar y yo necesita hablar con alguien ahora.
Eso solo me dejaba con Liam, Zayn, Niall y Harry. Pero yo no podía contarles eso… No, no podía. Me moriría de la vergüenza.
Solo quedaba… yo misma. Pero no tenía sentido hablar conmigo misma de esto, porque si no tenía las respuestas, yo misma no me las iba a dar…
Le di vueltas a esto durante toda la noche y, contra más lo pensaba, más desconcertada me sentía. Me sentía fatal, cuando debería sentirme radiante. ¿Por qué narices era yo tan rara?
Finalmente, me puse la grabación de Niall para dormirme. Aquella frase estaba dando para mucho.
Al día siguiente, estaba que me subía por las paredes.
Y no literalmente.
-¡Cris!-dijo mi padre, tirándome un cojín que me impactó en la cabeza-¡Bájate de las paredes que las pintamos hace nada!
-Arg, vale…-dije, levantándome del suelo.
-Pero… ¿Se puede saber qué te pasa?
-¿A mí?-dije, inocentemente.
-¡No, al Papa! ¡Pues claro! ¿Se puede saber por qué estás corriendo en círculos en medio del salón? ¡No veo la tele!
-Pues corro en círculos por no llorar, pá.
-Se dice “me río por no llorar”.
-Papá… Tú no entiendes al Bieber. No lo intentes.
-¿Bieber? ¡Ah! ¿Él es la razón de que corras en círculos? Pero, ¿es que ese niño es tonto?
-¡Papá! ¿Cómo osas…? ¡Has muerto para mí!
Más tarde, mientras mis padres salían de casa…
-¡Adiós, adiós! ¡Y no volváis!-dije, dando un portazo.
¡Al fin, sola en casa! Ahora solo tenía que esperar a que viniera Niall.
Mientras le esperaba, corrí de nuevo en círculos, aprovechando que mi padre no estaba.
Correr me mantenía la cabeza ocupada y no pensaba en Louis y en… Bueno, en eso.
No se hizo mucho de esperar.
Oí el timbre.
-¡Voy!
Fui corriendo y abrí la puerta.
Un Niall con una camiseta azul oscura, unos vaqueros y unas Supra esperaba fuera.
Salté sobre él y le abracé.
-¡Niall!
-¡Eh!-dijo él, sonriendo-¿A qué se debe este entusiasmo?
-A que estoy entusiasmada.
-Tiene sentido. ¿Y puedo preguntar el por qué?
Porque estás aquí. Conmigo.
-Porque al fin voy a aprender irlandés. ¡Un sueño hecho realidad!-dije, mientras le miraba con estrellitas en los ojos (o, al menos, esperaba que me saliesen. En las series de dibujos, molan cantidad).
Él río.
Le hice entrar y subimos a mi cuarto.
-¿No hay nadie en casa?-preguntó.
-No, han muerto para mí.
-¿Y eso?
-Mi papá se metió con Justin Bieber.
Niall gritó.
-¿Qué te gusta Bieber?
-Sí…¿Por?-dije, con miedo.
-¡A mí también!
Nos pusimos a gritar, a saltar y a fangilear.
-Bueno… Pasado este momento…
-Sí… Mira, te he traído esto-dijo, tendiéndome un libro.
Miré la portada.
Era un diccionario inglés-irlandés.
-No pude conseguirlo en español, pero supongo que te apañarás con él.
-Me será muy útil para mis clases, sin duda, profe.
Él río.
Entró a mi cuarto y se quedó mirando las estanterías, los cuadros de paisajes… Y una foto que tenía pegada en la pared de Justin y yo (obvio, la hice con photoshop).
Yo me senté en mi escritorio, donde antes había llevado otra silla para él.
Al rato, se sentó a mi lado.
-Bien-dije, nerviosa-¿Por dónde empezamos?
-Lo primero, necesitas algo donde escribir y algo que escriba.
-Hum… Tiene sentido.
Primero me estuvo enseñando un vocabulario fácil y practicamos la pronunciación. Se reía mucho con mi pronunciación, porque decía que mi acento no llegaba a ser del todo grave y era como si, en español, habláramos con una pinza en la nariz.
-¡Qué no te rías!-dije, pegándole un puñetazo, sin fuerza, en el hombro.
Eso me recordó a Harry, al único al que pegaba de esa manera.
Ahora Harry no está aquí y, aunque lo estuviera, daría igual. Olvídate de él.
Bastante rato después, me abandonó a mi suerte en el escritorio para irse a tumbar a la cama, mientras yo me debatía con unas frases en irlandés, las cuales tenía que analizar sintácticamente. (Cosa que odiaba en español, no os digo ya en otro idioma…)
Niall canturreaba, tumbado en mi cama, con las manos en la nuca, mirando el techo.
Como haciendo las frases me aburría, estuvimos hablando mientras tanto.
Charlamos sobre todo.
El mundo, yo, él, Justin, el mundo, Justin, yo, el mundo capitalista, él, el séptimo estado y el karma, Justin, el mundo, yo, él, Justin…
Aunque hacía las frases y hablaba con Niall, no se me iba de la cabeza lo de Louis. Y, encima, sentía como una especia de tensión que revoloteaba por el aire… Como si hubiera algo que quisiera hacer, algo que supiera que quería hacer, pero que no hacía y que me atormentaba, rondándome por la cabeza y molestándome…
Finalmente, me acabé rayando y me atasqué en una frase.
Niall me oyó resoplar.
-¿Qué te pasa?
-Que no soy capaz de pasar de aquí… Me he quedado atascada.
-Espera, que voy y así, de paso, te corrijo las demás.
Se sentó a mi lado y le tendí la hoja para que me la corrigiera.
-Niall…
-¿Hum?
-¿Has cogido esas frases por algún motivo en especial?
-No, son proverbios irlandeses, ¿por qué?
-No entiendo entonces, la de “Solo un tonto preferiría la comida antes que una mujer”, ¿me la explicas?
Niall río bastante.
-Ay, Cris…
-¿Qué? ¿Qué me he perdido?
-Nada, nada… Es solo que no sabes leer entre líneas.
-¿Qué líneas? Si las palabras están en línea recta…
Esta vez reímos los dos.
-Todas están bien. Eres bastante buena.
-¿Acaso lo dudabas?
Sonrió.
-No, por supuesto. Bueno, vamos a por la que no sabes.
-Vale.
Acerqué mi silla a la suya y ambos nos inclinamos sobre el folio.
Pero nos inclinamos demasiado y nuestros rostros quedaron muy cerca.
-¿Ves? Has puesto que  d'fhéadfadh es el sujeto cuando en realidad es el verbo…
-Ah, ya entiendo. Entonces es… Sonríe, puede que me enamore de tu sonrisa. ¡Claro, ahora sí me sale! Aw, es un proverbio muy bonito.
-He de decir que no es un proverbio. Esa frase la he puesto yo.
Volví la cabeza, que había tenido clavada en el papel y miré a Niall.
Como nos habíamos inclinado tanto, estaba solo a unos centímetros de mí.
Su olor a vainilla me embriagaba.
Y, entonces… Perdí el control de mí misma e hice lo que mi mente me decía que hiciera, cuando mi corazón me pedía otra cosa.
Los dos nos inclinamos, a la vez, para acortar la distancia que nos separaba y nos besamos.
Le pasé los brazos por el cuello y le atraje hacia mí.
Me encantaba. Me encantaba todo de él.
Su manera de ser, cómo me trataba, su pelo, sus ojos, su olor… Él.
Este beso era diferente al de Louis… En aquel, una pasión desorbitada se apoderó de mí, mientras sentía mariposas en el estómago, aquí me sentía más tranquila, pero una sensación de calor subía desde la punta de los dedos de los pies hasta donde me nacía el cabello.
Entonces, una imagen de Harry apareció en mi mente.
¡No, no! ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué él?
Cuando besé a Louis me acordé de Niall y ahora que le estaba besando, ¿por qué me acordaba de Harry? ¿Qué quieres, mundo? ¿Por qué me odias?
Nos levantamos de las sillas y le pasé las piernas por la cintura, mientras continuaba con mi agarre con los brazos por el cuello.
Me dejé caer sobre la cama, no sin antes agarrarle de la camiseta y dejar que cayera sobre mí.
Le besé de nuevo, mientras intentaba sacar de mi mente la imagen de Harry, que no quería salir. Era como si se hubiere encadenado en mi mente.
¡Fuera, vete! ¡Déjame en paz! ¿Es que ni siquiera vas a dejarme vivir, ni en mi propia imaginación, mente o lo que sea? ¡No te quiero aquí (ni a ti), vete, olvídame!
Mis manos ya se habían metido por debajo de la camiseta de Niall y jugaban a subir y bajar el contorno de su espalda.
Harry seguía en mi mente, sonriendo pícaramente, como solo él sabía, negándose a abandonar mi cabeza. Eso me hizo acordarme de una canción de Mohombi, In your Heard, que se la había copiado un poco a The Cranberries, pero bueno…
Who´s in your heard? In your heard? Harry Styles, Harry Styles, Harry Styles, eh, eh, eh. Who´s in your heard, In you heard? Harry Styles, Harry Styles, Harry Styles, eh, eh, eh.
Entonces, llamaron al timbre.
Niall y yo nos miramos como si hubiésemos despertado de un sueño, como si nos hubieran traído de golpe a la realidad.
El timbre volvió a sonar. Y otra vez, y otra, y otra… Con insistencia.
Niall se levantó de encima de mí para que pudiera ir a abrir.
Corrí escaleras abajo, no sin antes colocarme un poco la camiseta, que tenía descolocada.
Ayer besé a Louis, hoy besé a Niall… ¿Quién será el siguiente? ¿Harry, Liam, Zayn a Rascacielos? Me empezaba a sentir… Una guarra. Una Amber, vamos. Ya tenía la A, de Amber. Me faltaban la m, la b, la e y la r y, entonces, sería una completa Amber, como ella.
Antes de abrir la puerta, cuyo timbre volvía a sonar, me miré en el espejo del hall.
La ropa estaba un poco arrugada y tenía los pelos hechos un desastre, pero bueno, podía decir que me había tirado de los pelos desesperándome por las frases… Pero para el sonrojado de las mejillas… Para eso no tenía excusa.
Abrí la puerta y no pude evitar ahogar una exclamación al ver a Harry en la puerta.
-¿Harry?
Era curioso.
Pensabas en él y, de repente, aparecía en tu puerta. ¡Qué oportuno era!
Quizá debiera hacer lo mismo con otros chicos. Como con Justin, para empezar.
-Yo mismo. ¿Qué? ¿Sorprendida de verme aquí? No todas las chicas pueden presumir de tener en su felpudo a un tipo como yo.
-Ya… ¿Qué haces aquí? ¿No tienes millones de chicas a las que llamar?¿Qué haces perdiendo el tiempo en mi puerta?
-Es que me aburría en casa y me dije, “Eh, voy a ver qué tal le va a Cris con el irlandés…” Así que aquí estoy.
-¿Es que no había nadie en casa que te aguantara?
-Sí… Zayn se ha dormido la siesta, Liam está haciendo una TC y Louis, desde ayer, está muy raro… ¿Se puede saber qué le hiciste ayer, eh? Desde entonces, no es el mismo. Le hablas y no se entera. Está como… Embobado…
-Es que ayer hice como en Men in black. Le borré la memoria para que olvidara a Amber. Y ahora que mi oscuro secreto ha sido revelado, ¿quieres algo más?
-Sí, ¿puedo pasar? Venga. Que tú has visto mi casa por dentro, pero yo la tuya no…-dijo, poniéndome ojitos.
Suspiré.
Si esto me hubiera pasado en España, esos ojitos no me hubieran afectado en absoluto, pero ahora estaba en Londres, y me había vuelto una debilucha.
-Pasa, anda.
-¡Bien!
Subimos los dos a mi cuarto, donde Niall estaba sentando en el escritorio, de nuevo.
¿Qué hubiera pasado si Harry no llega a llamar a la puerta?
-¡Eh, Niall!-dijo este.
-Eh, Harry, ¿cómo tú por aquí?
Le contó lo mismo que a mí.
-Pero vamos, que no quiero molestar, así que vosotros seguir a lo vuestro-dijo, tumbándose en mi cama.
Lo intentamos, pero ni Niall ni yo éramos capaz de concentrarnos de nuevo.
Yo estaba pensando en lo que acababa de pasar y supongo que él también, aunque yo le sumaba que me sentía algo mal por Louis, porque sentía como si le hubiera traicionado y luego estaba Harry, cuya presencia me ponía muy nerviosa.
Aunque ninguno de los tres decía nada, flotaba en el ambiente una tensión que podríamos haber cortado con un cuchillo de haber querido. ¿Por qué? No lo sabía, pero la sentía. Igual que sabía que mis dos amigos también la sentían.
En ese momento, oí cerrarse la puerta de casa.
Perfecto.
Mis padres. Estaba yo como para aguantarles.
Mi madre subió arriba, buscándome.
-Cris, que sepas que…-enmudeció al ver a mis dos acompañantes.
-¡Vaya, Cris! No me habías dicho que tenías una hermana-dijo Harry.
-Quizá no te lo dije porque es mi madre-dije, con fastidio.
Mi madre rió como una estúpida colegiala y yo puse los ojos en blanco.
-Mamá, te presento a Harry-dije, señalando hacia mi cama-y a Niall, mi profesor particular de irlandés.
Mi madre se mostró muy sorprendida al ver que estaba estudiando.
Bueno, al menos es lo que estaba haciendo antes… Me distraje y Dios sabe qué hubiera pasado si “alguien” no hubiese intervenido…
Subió mi padre también, a ver qué leches pasaba y al final acabaron hablando todos.
Mi madre se sentó en la cama al lado de Harry, estuvieron hablando un rato y después este le dejó tocarle los rizos. Papá y Niall discutían acerca de la economía mundial, del rescate de Grecia e Irlanda y un posible rescate de España, por mucho que dijera el presidente de allí que no les hacía falta.
Yo me estaba agobiando.
Llevaba por dentro demasiadas dudas no resueltas, que no habían hecho más que agravarse con lo que había pasado hacía nada y aquí estaban mis padres, hablando como si nada con Niall y Harry…
Oí que mi madre decía que aún no conocía al grupo completo.
-¡Oh! Podría llamarlos, si quiere, y decirles que vengan-dijo Harry.
Yo le taladré con la mirada.
-¡Eso sería maravilloso! Y, si no tenéis nada que hacer, ningún compromiso ni nada… Podríais quedaros a cenar.-dijo mi madre.
Yo estuve a punto de querer ahogarme con mis propias manos.
-¡Claro! Un momento, los llamaré.
Estaba perdida.
Más tarde, sentada en la mesa de la cocina…
Harry y mamá traían las cosas de la cocina, que ellos mismos habían hecho. Papá les miraba como diciendo “¡Al fin me has remplazado por un hombre más joven!”. Me imaginé, por un momento, a Harry como mi padrastro y un escalofrío me recorrió entera. Qué horror.
Estaba sentada entre Niall y Zayn, Louis, Harry y mamá estaban enfrente y papá y Liam presidían la mesa. Había sido mamá quien había dictado los sitios.
Yo miraba el plato sin ganas.
Aquella situación era muy incómoda para mí y yo cesaba de hacer pucheritos, poniendo el labio inferior sobre el superior, cosa que hacía reír a Zayn.
Louis me miraba con ojos tristes, como diciéndome que por qué no le había hecho caso hoy. No lo sé. Verdaderamente, no lo sabía. No era capaz de hablarle, aunque quería. Y mucho.
Él no sabía cuánto yo le quería.
Y le había traicionado. Al menos, así me sentía. Y le traicionaba cada vez que pensaba en Harry de la manera en que lo hacía.
Mientras Louis me miraba sin comprender, Niall lo hacía tímidamente, sabedor de lo que había ocurrido entre nosotros… Y de lo que podría haber ocurrido si Harry no llega a meter sus rizos por medio. Estaba un poco avergonzada por eso, porque había dado una cara de mí que no era la verdadera. Algo había pasado en mi cuarto entre él y yo que no fue normal.
Y, bueno, Harry… Me miraba con su típica sonrisa pícara, pero esta vez mucho más descarada, como, bueno… Podéis haceros una idea.
-¿Me disculpáis? Gracias-dije, sin esperar respuesta, levantándome de la mesa y yendo al porche, donde habían puesto uno de esos bancos que colgaban del techo y te podías balancear.
Llevaba un rato sentada, pensando, cuando la puerta se abrió y Louis se sentó a mi lado.
Sé que no me lo merecía, pero apoyé la cabeza en su hombro y permití que me abrazara.
Las mariposas de mi estómago, dormidas desde hace un día, despertaron con su habitual intensidad.
Tenía que decírselo.
Tenía que decirle lo que había pasado con Niall.
-Lou…-dije, intentando elegir las palabras adecuadas.
Pero, al mirarle a los ojos, supe que no tenía que hablar.
Hice caso a mi corazón y le besé.
No me importaba que pudieran salir mis padres y verme, ni Niall, ni Harry, ni ninguno de los chicos, ni siquiera Amber.
En aquellos momentos no me importaba nada.
Nada, salvo él.
Pero, sin embargo, en mi mente, continuaba sonando una canción, harto conocida de ahora en adelante, por mí.
Who´s in your head? In your head? Harry Styles, Harry Styles, Harry Styles, eh,eh, eh.
Cuando la puerta de casa se abrió, nos separamos.
-Vas happening?
-Eh, Zayn.
Zayn nos saludó mientras se sentaba en las escaleras delanteras de la casa y se encendía un cigarrillo.
Acto seguido, salió Harry.
-Eh.-dijo.
-Tú-le dije-¿Qué te traes con mi madre? ¡Aléjate de ella!
Él río.
-Tranquila, mujer. Tan solo intentaba ser amable.
-Como me entere de que le has pedido su teléfono, te juro que no sé qué te hago.
-¡Cuánta violencia!-se burló.
Entonces, oímos a una chica gritar.
-¡Pepa! ¡Pepa! ¡Estate quieta, jolines!
Un perro enorme, con el pelo marrón claro, casi blanco, un golden retriever, a juzgar por mi criterio corría de aquí para allá, perseguido por…
-¿Bego?-dije extrañada.
En efecto, ella era la que corría detrás del perro.
¡Así que aún seguía viva, después de todo!
-¡Bego!-dije, corriendo tras ella.
Fue raro.
Ella corría tras Pepa y yo corría tras ella.
Al final, conseguí darle alcance (normal, habíamos estado corriendo en círculos).
-¡Cris!-dijo, al reconocerme.
-¡Bego! ¿Qué te pasaba que no me contestabas al teléfono?
-Lo siento, vi tus llamadas y quise responderlas, pero consideré que ya era tarde. Estando en el centro comercial, me dio una bajada de tensión, pero ahora ya estoy bien.
-¡Dios, menos mal! Pero, ¿qué haces persiguiendo un perro a estas horas de la noche?
-¡Ah! Esta es Pepa, mi perra.-dijo, señalando un trozo de suelo.
-Más bien “era”, porque ahí no está…
-¡Diablos, ya ha vuelto a irse la muy…!
-No mira, está allí-dije, señalando el porche de mi casa.
Pepa perseguía a Harry, que corría con los brazos en alto y todos se reían de él.
-¿Qué hacen todos en tu casa?-me preguntó, con curiosidad.
-Cena familiar-dije, encogiéndome de hombros.-¿Sabes? Hay demasiadas cosas que tengo que contarte. ¿Crees que podrías quedarte a dormir en mi casa? ¡Fiesta de pijamas!
-¿Qué? ¿En serio? ¿Y me contarás tus secretos más oscuros?
-Bueno… Si los tengo, puede…
Reímos.
-Está bien. Cuando vaya a dejar a Pepa, cogeré las cosas.
-Bien, pero vamos con ellos antes de que Pepa se meriende a Harry.
-Cierto.
Fuimos a mi porche, donde todos saludaron a Bego.
-Que, Harry-dije-¿No le pides a ella el número también?-dije, agachándome para acariciar al perro-Pepa solo quiere tu número, ¿verdad, bonita?
-¡Guau!
Todos nos reímos de Harry.
-Yo es que soy más de gatos.-dijo.
-Oh, lo siento, Pepa. Creo que acaba de decirte que no eres su tipo.
Pasamos un rato agradable, mientras Niall intentaba enseñarle trucos a Pepa (aunque, según Zayn, era Pepa quien le enseñaba trucos a Niall), Liam se dormía sobre el hombro de Zayn, Harry hacía bromas sobre todo y Louis volvía a mirarme con cara de “Vale, ahora nos hemos vuelto a besar, pero…” Tenía que decirle que le quería. Tenía que hacerlo, porque era cierto.
Pero tenía miedo, que, cuando fuera a decírselo, mis labios pronunciaran otra cosa, algo así como Who´s in your head? In your head? Harry Styles, Harry Styles, Harry Styles, eh, eh, eh.


Pues queridas lectoras, aquí otro capítulo. ¿Qué? ¿Lioso? ¡JÁ! Louis-Niall-Harry. El triángulo de las bermúdas (?) Ocno. Bueno, quería aprovechar para decir a las que me habéis preguntando por Gotta be you, deciros que sí, que la voy a seguir, solo que sufrí una crisis de ideas, pero que volver, volverá. No os preocupéis. También decir que tuve una idea para otra nueva novela y que, si alguien quiere y se ofrece voluntaria, puede escribir conmigo la novela de los vampiros, ya que todas las compañeras que tengo para esta novela, me abandonan en terribles circunstancias. ¿Interesadas? Hablar con mi manager. (Que vengo siendo yo misma, vamos).
Besitos a tod@s
Cris Bieber Horan Styles Tomlinson
LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL

sábado, 19 de mayo de 2012

Capítulo 9


-¿Se puede saber adónde me has traído, Harry?
-Baja, anda.
-¿Por qué me has traído a en medio de ningún sitio?
-No he hecho eso, vamos, baja.
Puse los ojos en blanco.
-Está bien.
Bajé y me apoyé en el coche, con las manos detrás de la espalda.
Harry se peleó con el maletero, sacó una bolsa y se colocó a mi lado.
-Bueno, vamos.
-Pero… ¿adónde? Sólo hay árboles.
-Qué raro es que solo haya árboles en un parque, ¿verdad?
-Vale, no tienes por qué ser sarcástico conmigo.
-Que delicada eres.
Le bufé y le pegué un manotazo.
-Echaba de menos esa agresividad contra mí.-dijo.
-¿Si? ¿Quieres ver cuánto de agresiva puedo ser?-dije, haciendo crujir los nudillos.
-Creo que ya lo comprobé el otro día.
-Bien.
Mientras le seguía a través de un interminable césped (¿dónde me habría traído el chico este?) me dediqué a mirar a las personas que estaban tumbadas en el césped, tomando el poco sol que había, otras hacían footing o jugaban al fútbol y otras se tiraban un frisbee.
-¡Frisbee!-dije, tirando del brazo de Harry, apartándolo de la trayectoria del aparato volador no identificado que casi se estampa contra su cabeza.
-Ya es la segunda vez que me salvas de algo así.
-No sé por qué diantres te empeñas en poner la cabeza en la trayectoria de objetos voladores.
-Porque sé que tú me salvarás de ellos.
-¿Y cuándo yo no esté para salvarte, qué pasará?
-Que me darán y moriré.
-Anda, dramático-dije, agachándome para coger el frisbee que no estaba muy lejos de mí.
Un chico me hacía signos con la mano para que se lo lanzase.
Lo hice, pero se me desvió unos metros y le dio a un abuelo en la nuca, haciendo que se la cayera la dentadura postiza.
-¡Ala!-dijo Harry, a mi lado-Qué agresividad con el pobre abuelo…
-¡Cállate! ¡Ha sido un accidente!
Por suerte, al abuelo le dio por reírse y me perdonó, aunque le dijo a Harry que vigilase a su hermanita pequeña, que, con esa precisión, podría ser campeona olímpica de lanzamiento de disco.
-Se ha pensando que soy tu hermana pequeña…-le dije, cuando nos alejamos.
-Sí, haha.
-¿En qué se habrá basado? Si tú y yo no nos parecemos en nada.
-Eso es cierto. Yo soy más guapo, me mires por dónde me mires.
-Claro que eres más guapo que yo, dado que yo, en todo caso sería “guapa”. No me cambies el género, anda.
Él rió.
-Supongo que ha visto el color del pelo, los rizos y ha sumado dos más dos.-dijo.
-Pues ha sumado erróneamente. ¡Bueno, olvidemos al abuelo! ¿A qué me has traído aquí? Aún no me lo has dicho.
-Ni lo voy a hacer.
-Jo…
-No mujer, es broma. Anda, vamos a sentarnos.
-¿Dónde? ¿En el césped? ¿Quieres que me manche?
-Preví esto-dijo, metiendo la mano en la bolsa y sacando un mantel-Y vine preparado.
Lo extendió en el suelo y se sentó sobre él.
Yo me le quedé mirando con los brazos cruzados.
-Venga, ¿a qué esperas?-dijo, dando con la mano unas palmadas a su lado-No voy a cobrarte.
Resoplé y me senté a su lado.
Él se giró y se puso a rebuscar en la bolsa. Después, sacó dos latas de Coca Cola, abrió una y me la tendió.
-Guau, veo que sabes que no sé abrirlas.
-Digamos que he investigado sobre ti.
-¿Me has buscado en Wikipedia?
-Sí. No estabas, pero yo sí.
-¿Y qué quieres decirme con eso? ¿Quieres darme envidia?
Me miró.
-¿Por qué siempre estás tan…?
-¿Tan, cómo?
-Todo te lo tomas como si te estuviera atacando.
-Ah, ¿es que no lo haces?
-No, claro.
-Vaya, no me estás atacando… ¡Mi vida es una mentira!
Rió.
Me rodeé las rodillas con los brazos y apoyé la barbilla sobre las rodillas.
Pasaron unos minutos en silencio, en los cuales los dos miramos como el mismo chico de antes corría tras el frisbee, no veía el árbol y se daba la leche de su vida.
-Louis y yo nos hemos peleado-dijo Harry, de pronto.
-¿Qué? ¿Por qué?
-¿Acaso no es obvio?
-¿Por mí?
Asintió.
-Ya que no hablaba contigo, fui yo a ver qué pasaba y que me explicara la situación.
-¿Y? ¿Qué te dijo?
-Que le dejáramos en paz. Tú, yo… Todos.
-No entiendo qué mierdas le pasa.
-Amber, eso es lo que le pasa. Cuando dije que no me caía bien, no era solo por ti. Cuando ella y él estuvieron juntos, Louis no acabó muy bien.
-¿Por qué? ¿Qué pasó?
-Él… Estaba muy emocionado con ella y parecía que ella con él, pero… Le engañó.
-¿Qué?
-Louis lo pasó bastante mal, desde luego y ahora…
El frisbee cayó a mis pies y los dos nos lo quedamos mirando.
-Excuse me-dijo el chico de antes-But the frisbee wants to go with you.
-Don´t worry.
-Do you wanna play with it?
Miré a Harry.
-¿Jugamos?-le pregunté.
Él sonrió.
-Nada de darme en la cabeza, ¿eh?
-Lo intentaré, pero con ese melón que tienes, va a ser difícil.
-¡Eh!
Al final nos echamos unas risas con el chico frisbee y sus amigos.
Cuando me cansé le dije que no quería jugar más y me fui a sentar al mantel.
Harry no tardó en acompañarme, después de despedirse de las amigas del chico Frisbee.
-¿Qué?-le dije cuando se sentó a mi lado-¿Cuántos números de teléfono has conseguido?
-¿Yo? ¿Por quién me tomas?
-Harry…
-Tengo cinco-dijo, pasándome varios papelitos.
-No está mal, cinco de siete. ¿Qué ha pasado con las otras dos?
-Se han hecho las estrechas, como tú.
-Son chicas listas. No se dejan engañar por unos ojos bonitos y unos rizos.
-Vaya, no sabía que pensaras eso de mis ojos.
-Harry…
Él río.
Me tumbé en el mantel y me quedé mirando las nubes del cielo.
Echaba de menos mi vida en Madrid, aunque ni loca me volvería ahora allí.
Sentí que Harry también se tumbaba y apoyaba la cabeza en mi tripa.
-Tú ¿qué haces usándome como almohada?
-¿Molesto?
-No, pero…
-Pues entonces.
Alargué la mano y comencé a tocarle el pelo.
-Tú, ¿qué haces tocándome el pelo?
-¿Molesto?
-No, pero…
-Pues entonces-dije.
Entonces, la mano de Harry se acercó a mi cara.
-¿Un caramelo de Coca Cola?
-Sí-dije, y me lo guardé para luego-¿Cómo lo has…?
-Cuando hablé con la recepcionista, no solo fui a preguntarle por ti. Vi los caramelos en el cenicero y aproveché la oportunidad.
-Menudo estás hecho tú…
Llevábamos un rato así, sin hablar, cada uno pensando en lo suyo, cuando una gota me cayó en la mejilla.
-Harry.
-¿Hum?
-Creo que llueve.
-No, a mí no me caído ninguna gota.
Dicho esto, empezó a caer como si hubieran abierto el grifo celestial.
Los dos nos levantamos a toda prisa.
-¡Nos vamos a empapar!-le dije.
-¿Y si nos echamos el mantel por encima?
Lo hicimos, pero no dio mucho resultado.
Nos empapamos aún más.
Lo guardó sin miramientos en la bolsa.
Llovía tanto que apenas nos distinguíamos las facciones con la densa cortina de lluvia que caía.
-¡Vamos!-me dijo, tendiéndome la mano.
Yo le miré a los ojos, le cogí la mano y entrelacé mis dedos con los suyos.
Y los dos echamos a correr bajo la lluvia, sorteando árboles y personas.
Yo, por lo absurdo de la situación, reí y le hice reír a él también.
Al final, conseguimos llegar al coche.
Yo me puse a dar vueltas sobre mí misma bajo la lluvia, mientras cantaba.
-¿Qué haces?-me dijo Harry, sonriendo.
Yo le miré divertida.
Sus rizos, pasados por agua, habían cogido una apariencia extraña y tenía el flequillo pegado en la frente.
-No se debería huir de la lluvia, sino bailar bajo ella.
-¿Quieres bailar?
-Sí.
Me cogió un brazo y lo pasó por su cintura, después, entrelazó sus dedos con los míos. Cuando yo le tuve agarrado, él me agarro a mí y comenzamos a girar.
Qué escena.
Dos chicos, bajo un aguacero de lluvia, al lado de un coche, bailando, dando vueltas y riendo como unos tontos.
Pero, ¿qué estaba haciendo con mi vida? Y ¿qué estaba haciendo con Harry? Ya lo había dicho hace tiempo.
Yo no era una pieza de sus juegos, como bien habría dicho el amigo Peeta.
Entonces, el estrépito de un trueno me asustó.
-¿Nos vamos ya?-dijo él.
-Sí, vamos.
Subimos al coche hechos una sopa y emprendimos el regreso a casa.
Fui todo el camino de brazos cruzados, pensando por qué me había comportado como lo había hecho con Harry… Y por qué me sentía tan bien y contenta en aquellos momentos.
Le di un beso en la mejilla antes de entrar en mi casa.
Entré y lo primero que hice fue cambiarme de ropa y secarme el pelo.
Me puse el pijama y me senté en la cama, mirando por la ventana, viendo llover.
La lluvia me recordó al baile que me había echado con Harry y lo que él me dijo, después, en el coche.
-¿Te lo has pasado bien?
-Sí, haha. Gracias por esta tarde.
-De nada. Solo quería… Solo quería verte feliz otra vez. Y pensé que, apartándote de aquí, lo conseguiría.
-Y lo has hecho.
-En parte. Cuando volvamos a casa… ¿Volverás a estar igual?
-Espero que no… Si no, esto no habría servido para nada.
Bajé a cenar.
Les conté a mis padres lo que había hecho aquella tarde.
-¡Aw! ¡Qué romántico!-exclamó mi madre.
Me atraganté con la sopa que estaba comiendo.
-¿Qué?
-Hija mía… No nos lo vas a ocultar más. Pasas demasiado tiempo con esos chicos. Por algo será.
No la contesté.
Decidí llamar a Bego.
Lo primero de todo, me disculpé con ella por lo sucedido.
-No sé que me pasó, de verdad. De verdad lo siento.
-Bueno, no te preocupes. Cualquiera se habría puesto así viendo… Eso.
-No quiero ni recordarlo. ¿Tienes algo que hacer mañana?
-Sí. Vivir. Aparte de eso, no, ¿por qué?
-¿Te apetece ir de compras? Ya sabes. Tarde de chicas.
-¡Claro!
-Oye, ¿y si llamamos también a Annie? Hace días que no la vemos.
-Claro, yo me encargo.
-Gracias.
Eso era lo que necesitaba.
Un día lejos de ellos. De los cinco.
Necesitaba tiempo para pensar.
Por la noche, tumbada en mi cama, abrazando un cojín y mirando hacia la ventana, donde aún llovía, me di cuenta de que echaba de menos a Niall.
¿Por qué?
Ni idea.
Pero ahora no podía ir a verle, por lo que me puse la grabación de su voz en los cascos y, escuchándole, me quedé dormida.
Al día siguiente, por la tarde, quedamos las tres en la parada del autobús, que estaba al acabar la calle.
-Annie are you ok? Are you ok? Are you ok Annie?-la canté a modo de saludo, usando la mítica Smooth Criminal de Michael Jackson.
-Sí, haha. Estoy ok, ¿y tú?
-Bueno… Dejémoslo en que estoy.
Subimos al bus y nos fuimos al centro comercial.
Nunca me había gustado mucho ir de compras, pero ese día lo que quería era hacer algo diferente que me despejara la mente.
Entramos en varias tiendas, donde me compré varias camisetas, unos vaqueros e, incluso, una pulsera que ponía “Believe”.
Estaba mirando unas camisetas con logos, que me encantaban, cuando, detrás del estante, salió Amber.
Las dos nos quedamos mirando, sin saber qué decir.
Si ella estaba aquí, Louis estaría cerca.
-Eh-dijo ella, sonriendo.
-Olvídame.-dije, dándome la vuelta y desapareciendo.
Pero bueno, ¿por qué donde yo iba ella también? ¿Acaso me seguía?
La dejé atrás y me puse a mirar unos vaqueros con la bandera de Estados Unidos iguales a los que me había comprado, por hacer algo lejos de ella.
La vi meterse en el probador con unas de las camisetas que yo había estado mirando antes y algún que otro pantalón.
Entonces, alguien me tocó el hombro y me sobresalté.
Pero me sobresalté aún más al girarme y ver que era Louis el que me había tocado.
-¿Louis?-dije, extrañada.
-Cris, mira, quería decirte que…
-¿Qué? ¿Ahora sí me hablas? Pues ahora soy yo la que no quiere escucharte.
No, si orgullosa, como podemos ver, yo era un rato.
-Pero Cris, escúchame un momento…
-¿Y por qué habría de hacerlo, eh? Cuando yo quise hablar contigo, no quisiste. ¿Por qué tendría que escucharte yo a ti ahora? Ve con Amber. Tu amada novia te escuchará cualquier cosa que salga de tus labios, aunque sea mentira.
-Cris, no entiendes…
-¿El qué? ¡¿El qué no entiendo, Louis?!
Bego y Annie se asomaron por ahí.
-¿Qué pasa, Cris?
-¡Hola, Louis!
Le sostuve la mirada a Louis unos minutos y después salí de la tienda, sin mirar atrás.
Las chicas me siguieron.
-¡Cris, pero…! ¿Adónde vas?
-Me voy. Vosotras quedaros si queréis, pero yo me voy.
-Pero, ¿qué te ha pasado con Louis?-preguntó Annie.
Pobre.
No se había enterado del culebrón.
-Nada. Nos vemos mañana, o pasado, o cuando sea.
Sin esperar su respuesta me fui de allí y regresé a casa en bus.
Fui a mi casa, dejé las bolsas sobre mi cama y volví a salir, para ir a casa de los chicos.
Al encaminarme allí, vi que algo en la casa de al lado mía había cambiado.
Tenía, en la verja, un cartel que ponía vendida.
¿Vecinos nuevos? Sonaba interesante.
Llamé y esperé a que me abrieran.
No, si al final tendrían que hacerme mi propia copia de la llave.
Niall me abrió.
-Eh, Cris, ¿qué tal?
-Bueno… ¿y tú?
-Bien, como siempre, supongo. ¿Qué te trae por aquí? ¿Vienes a hacernos la cena otra vez?
-Puede… Pero sobre todo quería hablar. ¿Y los demás?
-Solo estamos Harry y yo. Zayn y Liam han salido. Y Louis…
-Ya sé. De eso quería hablar.
-Bueno, pues pasa.
Harry estaba tumbado cual largo era en el sillón, pero, al verme, se sentó rápidamente.
-¡Eh, hola!
-Ey-le dije, sentándome a su lado.
-¿De qué querías hablar?-dijo Niall, sentándose a mi lado y apagando la tele con el mando.
Yo me dejé caer encima suya.
-He sido una tonta.
Y le abracé, para que el me abrazara y me hiciera sentir mejor.
Olía a vainilla, un detalle en el que no me había fijado antes.
Y me encantaba.
-¿Por qué?-dijo, mientras me acurrucaba entre sus brazos.
Y les conté lo ocurrido en la tienda.
-No has sido una tonta-dijo, mientras me hacía caricias en la espalda.
-Sí lo he sido, porque yo quería haber hablado con él. Haber escuchado lo que tenía que decirme…
-Pues haberlo hecho, tonta-dijo Harry, dándome una patadita con el pie en el culo.
Me volví y me tiré contra él, intentando estrangularlo.
-¡Socorro!
-¿Cómo te atreves a darme con tu pie a mí? ¡¿Eh?!
-Chicos, chicos, por favor…-dijo Niall, intentando poner paz entre nosotros, que habíamos empezado a pegarnos con los cojines.-Todos son risas y diversión hasta que alguien pierde un ojo.
-¡No uses frases de Tarzán!
Empezamos a perseguirnos por toda la casa, pegándonos con los cojines, hasta que me cansé.
-Será payaso el tío este…-dije, sentándome de nuevo en el sillón, al lado de Niall.-¿Por qué tienes un amigo tan… payaso?
-No sé, yo audicioné para el programa como solista y  pusieron a este tío conmigo…
Reí.
-Que sepas que no me he olvidado de mis clases de irlandés.
-Estaba esperando que tú me dijeras cuándo podías.
-¡Pues yo esperaba que tú me lo dijeras!
-Hum… Mañana es domingo y estoy libre. ¿Te viene bien?
-Me viene perfecto. ¿En tu casa o en la mía?
-Eso ha sonado mal-dijo Harry, apareciendo de nuevo en el salón.
-Harry, no todos tenemos una mente pervertida como la tuya-dije y después me volví hacia Niall.-¿Decíamos?
-Pues aquí tendrías que aguantar a este-dijo, señalando a Harry con la barbilla. Este saludó moviendo la mano y sonriendo, como si fuera un niño inocente-Y a los otros tres y, en tu casa, a no ser que nos molesten tus padres…
-Que lo intenten. En la mía, entonces.
Oíamos la puerta de la calle cerrarse y Louis entró al salón.
Yo no estaba preparada para ello.
-¡Aquí estabas! Te he buscado por todas partes. Tenemos que hablar-dijo, acercándose a mí.
Yo le miraba y parpadeaba, confusa.
¿Por qué me trataba ahora como si nada hubiera pasado?
Miré a Niall y a Harry, que estaban igual de perplejos que yo.
-Vamos. Vamos arriba a hablar-dijo, mirándome-Por favor.
Quise contestarle con un “Yo también te rogué lo mío y a cambio recibí un portazo”, pero decidí tragarme mi orgullo y me levanté del sillón.
-Gracias-dijo, y subió las escaleras.
Me paré al final de ellas y miré a mis dos amigos.
Niall levantó el puño en alto y me enseñó su pulgar hacia arriba y Harry me guiñó un ojo.
Asentí y subí las escaleras.
Louis estaba al final del pasillo.
-Entra, por favor-dijo, sujetándome la puerta de la que supuse sería su cuarto.
Pasé y cerró la puerta tras de mí.
Se acercó a la ventana y se quedó mirando un rato por ella, mientras, yo apoyaba la espalda en la pared y escondía las manos detrás.
-Tú dirás, tú querías hablar, ¿no?-dije, incómoda por el silencio.
Se giró y quedó de espaldas a la ventana.
-Tú también querías hablar conmigo.
-Creo que los dos queremos hablar sobre lo mismo.
Suspiró.
-Ya no puedo más.-dijo.
-¿Con qué? ¿Qué te pasa?-dije, olvidando mi enfado y mi resentimiento y preocupándome.
-Con… Tengo que contarte todo.
-¿Todo? Creo que no te entiendo, Lou.
Él se apartó de la ventana y se acercó un poco.
-Cuando saliste corriendo de la discoteca… Niall fue tras de ti y los demás esperaron un poco antes de hacerlo, también.
-Sí, lo sé.
Louis se acercó otro poco.
-Yo me quedé con Amber, que no paraba de gritar cosas feas sobre ti y… Bueno, amenazó con decirle a su madre que te echara de la academia.
-¿Qué?
Louis asintió.
-Dijo que se aseguraría de que no volvieras a bailar en ninguna otra academia, ni profesionalmente, si algún día te dedicabas a ello. Y yo sé lo mucho que te gusta bailar. Me lo habías dicho y lo había visto en la disco, así que le dije que podríamos llegar a algún acuerdo, que haría lo que fuera…
Abrí los ojos desmesuradamente, juntando las piezas y entendiendo.
-Dime que no hiciste lo que creo que hiciste, Lou.
-Ella me dijo que yo le seguía gustando… Así que le dije que saldría con ella si… Te dejaba seguir bailando.
Parpadeé fuertemente para aguantar las lágrimas en los ojos, pero no podía.
Aquello era demasiado para mí.
-Y me puso condiciones. No podía decírselo a ninguno de los chicos ni hablar contigo, ni siquiera mirarte… Tenía que alejarme completamente de ti. Y me dije a mí mismo que podría hacerlo, después de todo, era por ti, pero… No he podido. Lo siento. Si te echan de la academia, será por mi culpa.
-No, Lou. Tú no tienes la culpa de nada.-dije, avanzando y abrazándole fuertemente.-Gracias. Gracias por todo.
-Siento haberte hecho daño. Si te hubieras visto cuando la besé… Y encima, cuando quisiste que habláramos, te respondí de tan malas maneras… Es que te vi con Zayn y pensé que tú y él…
Me aparté un poco de él y le miré a la cara.
-¿Zayn? Pobrecito mío, si solo trataba de animarme un poco…
Él río.
-Bueno es saber que no tengo competencia.
Cuando oí esto, el corazón se me paró.
¿Qué había dicho?
Me sorprendí a mí misma cuando dije:
-Nunca la has tenido.
Una descarga mucho más fuerte de las que recordaba me recorrió entera cuando sus labios se posaron sobre los míos.
Le pasé los brazos por el cuello y le atraje más hacia mí, mientras retrocedía, hasta chocarme contra la pared.
Dejándome llevar, le pasé las piernas por la cintura, moviéndome a un ritmo frenético, el mismo que me marcaban las descargas que sentía.
Las cosquillas del estómago eran más fuertes que nunca. Eran como pájaros alzando el vuelo, mariposas revoloteando, cohetes explotando… Nunca me había sentido igual. Nunca había estado enamorada.
No me hizo falta mirar, más tarde, el correo respuesta de mi amiga Rebe en el que decía “¿Esas cosquillas? Amor. Eso es amor, Cris. Estás enamorada”, para saberlo, pues lo supe en ese mismo momento.
Paré de besarle para coger aire y estábamos frente con frente.
Al mirarle a los ojos, sonreí y le acaricié la cara.
Al pasarle los brazos por el cuello, me rocé con la mano la pulsera nueva que me había comprado que ponía Believe.
Oh, sí.
Ya había empezado a creer.
-Te quiero, Lou.-le susurré.
-Y yo a ti, pequeña.
Y, ¿no es extraño que, cuando nuestro corazón dice una cosa, nuestra mente dice otra? Porque… ¿a qué venía que me acordara de Niall en ese mismo momento?

¡Bueno, gente! Aquí otro capítulo. ¿Qué? ¿Os esperábais esto? ¿Si? ¿No? LOOOOOOOOOOOOOOOOL Me río. Eso os pasa por no comentarme cuando leéis (?) No, en realidad no. Yo solo os digo que me conocéis bastante y sabéis que Cris y Louis no van a ser felices para siempre, de eso yo me encargo. ¿Duraran? ¿No? ¿Y qué leches pinta Niall en esto? ¿Qué opinará Harry cuando sepa que no ha sido capaz de ligarse a Cris, pero su amigo si? ¿Quién irá a vivir a la casa de al lado? ¿Otro chico que líe aún más el lío que tiene Cris en la cabeza? ¿O quizá sea que Amber se muda a su lado? ¡Qué horror! Bueno, pues ahí os dejo. Ya veremos que pasa en los siguiente capítulos, yo solo digo "¡Esperaos lo inesperado!" Porque, por si no os habéis dado cuenta... Tomlinson no está en mis apellidos del blog, sino Horan y Styles... ¿Os habré dado una pista? ¿Si? ¿No? ¿Tan sólo estoy queriendo liaros? ¿Si? ¿No? Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaja
Bechitos
Cris Bieber Horan Styles