sábado, 29 de septiembre de 2012

Capítulo 30


[Aviso, como hago siempre, de mi nueva novela As long as Niall Horan loves me. Ya tiene siete capítulos (; Aquí dejo el link para que se pase quién quiera http://aslongasniallhoranlovesme.blogspot.com.es/ ]

Apoyé de nuevo las piernas en el suelo, aunque seguía agarrando a Harry con los brazos.
Había esperado demasiado tiempo a volver a tenerle entre mis brazos y, ahora que lo tenía, no pensaba soltarlo.
Le agarré de una mano y tiré de él hacia el salón.
-Ven, voy a decirles a los demás que esta noche voy a secuestrate.
-No se lo digas si total, no pagarían ningún rescate...
Reí y él se dejó arrastrar al salón donde Niall estaba tumbado en el sillón viendo la tele, Louis había desaparecido y Zayn y Liam compartían el otro sillón.
-Me lo llevo, ¿vale?
-Vale, vale. Todo tuyo.
-Gracias Liam. Ya os lo devolveré, si eso. Vamos, Harry. ¡Adiós, chicos!
Agitamos los dos las manos para despedirnos y salimos por la puerta a la calle. Una vez allí grité de felicidad y me tiré sobre él, abrazándole de nuevo y riéndome.
Aún no podía creerme que hubiera vuelto.
-Louis-
Después de vestirme, bajé al salón.
-¡Eh! ¿Y Harry?
-Cris se lo llevó.-dijo Niall.
-¿Adónde?
-Buena pregunta.
-¿Y cuándo volverá?
-Cris dijo que ya nos lo devolvería, si eso.
-Ah, vale.
-¿Adónde vas tú tan arreglado, eh?
-¿Yo? ¿Arreglado? Pero si voy igual que todos los días, salvo que hoy me peiné, Zayn.
-Ah, pues será eso. ¿Adónde vas peinado?
-A ver a Bego.
Zayn y Liam se miraron.
-Te lo dije, Zayn.-dijo Liam con aires de superiodad.
-¿Y vosotros qué vais a hacer?-pregunté.-Tú vas a ver a Alex, ¿a qué si?
-¡Joder tío que ya te he dicho que no es mi nov...! Ah, esta vez no lo has dicho. Sí, la llamé hace un rato y...
Miró el reloj.
-Voy a irme ya, si quiero llegar a tiempo. Y Liam, como no te des prisa, tú también llegas tarde.
-¡Oh!
Liam se levantó del sillón de un salto y se perdió escaleras arriba y Zayn no tardó en seguirle.
Niall seguía tirado en el sillón.
-¿Y tú, Niall? ¿Tus planes?
-No tengo, Lou. Ver la tele es lo mejor que puedo hacer esta noche.
-Estar encerrado en casa no te conviene.
Él se encogió de hombros.
Me di cuenta entonces que hacía tiempo que no era el mismo Niall que antes solía ser. Ya no reía tanto como antes y se pasaba la mayor parte del tiempo ausente.
-¿Te pasa algo?
-¿Em? No.
-Niall, vamos. No eres el mismo desde hace tiempo. ¿Se puede saber qué te pasa?
-Nada, ya te lo he dicho.
Cogió el mando y se puso a cambiar de canal.
-Es por Cris, ¿verdad?
Me ignoró y siguió cambiando de canal.
-La sigues queriendo, ¿no es cierto?
Recibí más ignorancia como respuesta.
-Niall, contéstame... Es por ella, ¿cierto?
Apagó la televisión, se levantó del sillón rápidamente y tiró el mando contra el sillón, que rebotó.
-¡Sí! ¡Sí a todo! ¡Es cierto! ¡Y ahora, ¿por qué no te vas de una vez con Bego y me dejas en paz?!
Dicho esto pasó a mi lado, subió las escaleras y oí un portazo, así que supuse que se encerró en su cuarto.
Zayn y Liam aparecieron entonces, bajando las escaleras.
-¿Qué le pasa a este?-dijo Zayn, señalando con la cabeza hacia arriba.
Negué con la cabeza.
-Cris le pasa. Pero vámonos. Ahora no conseguiremos nada con él.
Mientras que Zayn tiró hacia la derecha, en dirección a casa de Alex, Liam cogió el coche y tiró a la izquierda, a casa de Marta y yo crucé la calle.
Pepa salió corriendo a recibirme.
Me agaché y la acaricié durante un rato.
Tenía muchas ganas de ver a Bego, pero el comportamiento de Niall me había dejado algo preocupado. Él nunca actuaba así. Debía estar realmente mal.
Me levanté y, con Pepa en los talones, llamé al timbre.
Ya era hora de dejar de pensar en los problemas de los demás y centrarme algo en mí.
-End-
-Bego-
Había sido una aburrida tarde viendo al tío Ralph.
Por suerte, eso se había acabado.
Nerea no paraba de molestar, así que nuestros padres nos mandaron a casa y ella, Isa y yo, tan felices, cogiendo el autobús, volvimos a casa.
Hace una hora, más o menos, que mamá me llamó para decirme que se quedarían allí para cenar y seguramente se quedaran hasta tarde, así que podíamos cenar sin esperarles.
Hacía rato que habíamos cenado e Isa, la cuál alegaba que estaba muy cansada, se había ido ya a dormir. Me preocupaba.
Hacía unos días que estaba muy rara, todo la molestaba, apenas quería hablar y no quería hacer nada.
Nerea y yo estábamos tumbadas en el sillón del salón, viendo el final de un capítulo de Scooby Doo cuando llamaron al timbre.
-Anda Nere, ve tú.
-Sí hombre, ¿y por qué yo?
-¿Y si es Harry?
-¡Harryyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!
Se levantó corriendo, se dio con la mesa, se cayó y, rodando por el suelo fue a abrir.
-¡Begoooooooooo! ¡Es tu noviooooooooooooooooooooooo!
Pero, ¿y esta niña? ¿A quién había abierto la puerta? Últimamente tenía la manía de llamar "mi novio" a todo lo que se movía y tenía dos ojos.
Me levanté y fui a ver.
-Nerea ya te he dicho mil veces que no tengo nov...¡Oh! ¿Louis?
-El mismo-dijo, sonriendo y abriendo los brazos.
Aparté a Nerea, que protestó con un "¡Eh!" y le abracé.
Después me separé y le miré.
-Pero, ¿qué haces aquí? ¿No os quedaban aún dos días o así por allí...?
-Bueno, sí, pero... ¡Sorpresa!-dijo, extendiendo los brazos al aire y haciendo movimientos raros.
Me crucé de brazos y sonreí.
-Así que esta es esa sorpresa que me ibas a dar, ¿eh? Me esperaba algo más...
-¿Qué? ¿No te he sorprendido lo suficiente? ¿Acaso mi visión no es lo bastante sorprendente?
Reí.
-Sí, la verdad es que sí. ¿Quieres pasar? Sólo estamos Nerea y yo. Ah, e Isa, pero está durmiendo.
-¡Guau!
-Y Pepa, claro.-dije.
-¡Corred, que está empezando el Rey León!-nos gritó Nerea desde el salón.
-¿El Rey León? ¿Tú quieres ver eso?-dije, mirándole.
-No hay nada mejor que ver en compañía una película de Disney.-dijo, entrando.
Fuimos al salón y nos sentamos con Nerea en el sillón, la cuál daba palmitas muy emocionada.
-Voy a ver el Rey León con el novio de mi hermana, jijiji.
Se llevó un tirón de oreja de mi parte.
-Nerea, está muy feo mentir.
-¡Tú sí que eres fea! ¿A qué si, Louis?
-¡Y tú lo que eres es tonta!-dije, pellizcándola.
Louis reía.
-Louis rie porque sabe que eres fea.
-Louis se rie porque sabe el bofetón que te vas a llevar.
-Louis se ríe de lo monas que sois las dos.-dijo él.
Yo le sonreí.
La película empezó y, conforme trascurría, Louis y yo hablábamos, ya que yo le preguntaba sobre lo que habían hecho allí en América, aunque algunas cosas ya me las había contando por teléfono, aunque, ¿qué más daba? No me importaba volver a escucharle.
¿Y si Cris estaba en lo cierto? ¿Y si yo de verdad le gustaba a Louis?
-Y entonces es cuando Niall metió el pie en un agujero y él y Harry se cayeron al suelo y Paul, al ir tras ellos, se tropezó con Zayn y los cuatro se comieron el suelo.
Reí.
-¡Callaros que no oigo la peli!-nos dijo Nerea con su habitual mal carácter de siempre.
Nos callamos durante un minuto, pero al otro ya estábamos hablando otra vez.
Nerea se cansó de mandarnos callar y subió el volumen con el mando.
-¿Y tú qué tal por aquí sin nosotros?
-Oh, pues bien, normal, no sé...
-Di que no Louis, que iba por toda la casa diciendo "¿Cuándo volverá Lou?"
-Nerea, cállate y ve la peli.
-¡Si es que no os calláis no la oigo!
Empezamos a cuchillear para que no se enfadara otra vez y revelara más cosas como la que acababa de revelar. Por suerte, Louis no le dio mucha importancia. Espero.
Yo miraba la tele con aire ausente, pensando en mis cosas y me sobresalté cuando Louis me puso la mano en el hombro.
-Oh, perdona, no quería asustarte, pero es que te llamaba y no me oías.
-Oh, nada. ¿Qué querías?
-Yo nada, decirte que Nerea se ha quedado dormida.
Miré a mi derecha y comprobé, en efecto, que se había quedado dormida, fuertemente agarrada al mando de la tele.
Puse los ojos en blanco.
-Mi hermana no tiene remedio...
Me levanté e hice ademán de cogerla en brazos, pero pesaba bastante.
-¿Qué tratas de hacer?
-Pues intento llevarla en brazos a su cama, pero no puedo con ella.
Se levantó.
-Ya la llevo yo, tú busca a ver si echan otra película.
Le quité el mando a Nerea y me volví a sentar en el sillón.
-Vale. Su cuarto es arriba, a la izquierda, ya sabes.
La cogió en brazos.
-Ahora mismo vuelvo.
Se encaminó con Nerea arriba mientras yo pasaba los canales, buscando alguna película que no fuera de dibujos que pudiéramos ver.
Louis bajó las escaleras y se sentó a mi lado en el sillón.
-¿Alguna película?
-Mm, de momento no... Aunque espera, aquí ahora empieza Saw II. ¿La has visto?
-Puede ser, pero Zayn no hacía más que chillar y no me enteré del argumento.
-Estas películas no se caracterizan precisamente por tener un argumento muy desarrollado.
-Uh, Bego, pero qué experta que acabas de sonar.
Reí.
-¿Esta, entonces?
-Pues deja esta misma.
Chillé en el momento en que un hombre tiraba a una mujer a un gran agujero que había en el suelo el cuál estaba repleto de jeringuillas.
-¿Te da miedo?
-Me da asco.
-Pues no mires-dijo, pasándome el brazo por detrás de los hombros y tapándome la cara con la mano.-Tan fácil como eso. Yo te avisaré cuando haya acabado.
Cuando acabó, me quitó la mano de la cara.
-Ya puedes mirar.
-Ah, gracias.
Sin embargo, aunque había retirado la mano de la cara, su brazo seguía sobre mis hombros y su mano ahora me tocaba el pelo, que llevaba suelto.
Su otro brazo descansaba en su pierna, la cuál rozaba la mía así que, armándome de valor, extendí mi brazo y comencé a hacerle círculos en el suyo con los dedos.
Al poco, él empezó a reírse.
-Ay, para, me haces cosquillas.
-Ah, no quiero, te aguantas.
-¿Y si yo hago esto, qué, eh?
Su mano, la que me había estado tocando el pelo, se desplazó a mi nuca y me hizo cosquillas.
Reí y me retorcí.
-¡Ay! ¡Para, para!
-¡Ah, no quiero, te aguantas!
Cogí el cojín y le arreé con él.
-¡Qué pares ya te digo!
Él cogió el otro cojín y me devolvió el golpe.
-¡No quiero!
Me levanté y empecé a correr por el salón.
Él se levantó y empezó a perseguirme, cojín en mano.
No vi la mesa y esta, traidora ella, me hizo la zancadilla y caí al suelo y, una vez allí, rodeé.
Louis reía de lo tonto de mi caída.
-¿Estás bien?
-No. Creo que me he roto la pierna por cuatro lados.
-¿En serio?
-Nah, tonto, si he caido sobre el cojín.
Me tendió las dos manos para ayudarme a levantarme.
Sonriendo, las cogí y tiró de mí con fuerza.
Creí que sólo haría la suficiente fuerza para levantarme, pero no fue así. Una vez que me incorporé, tiró de mí, me soltó y, en el mismo momento en el que nuestros labios se juntaban, sus brazos me aferraron por la cintura.
-End-
-Zayn-
Miré el reloj.
Sí. Iba a llegar a tiempo.
Llegué a su portal y la vi ahí, apoyada en la pared, vestida con un vestido blanco, mirando distraída en la dirección contraria en la que yo venía.
-¡Eh!-dije, cuando llegué a su altura.
Ella giró la cabeza.
Y sonrió.
-¡Ah, hola!
-Lamento el retraso, de verdad.
-Zayn, sólo han sido dos minutos. No pasa nada por dos minutos.
-Igualmente, Alex, no quiero darte la impresión de que suelo llegar tarde a ningún lado.
-De todas las veces que hemos quedado, esta es la primera que te retrasas y dos minutos. No te considero un impuntual.
Le sonreí y le tendí el brazo.
-¿Vamos?
Ella me cogió el brazo.
-Vamos.
Echamos a andar y, de pronto, se paró.
-¡Ah, se me olvidaba!
Se puso de puntillas y me dio un beso en la mejilla.
-Ya podemos continuar.
Y echó a andar, tirando de mi brazo y, por tanto, de mí.
-End-
-Marta-
Liam me había llamado por la tarde para decirme que habían vuelto antes.
-¿Y eso? ¿A qué se debe vuestra inesperada vuelta?
-Mm, digamos que tenía en mente cierta deuda que debía saldar. Y que me apetecía verte, también. Es duro estar encerrado con cuatro chicos, viéndoles todos los días y a todas horas la cara, que es siempre la misma.
Reí.
-Sí, creo poder entenderte.
-Oh, me alegra ser comprendido. ¿Estás libre hoy por la noche?
-Espera un momento, que mire mi ajetreada agenda.
Pasé las hojas de un libro aleatorio.
-Tengo una importante reunión con el primer ministro a las diez, pero puedo anularla por ti.
-Wow. Sí que soy importante si lo soy más que el primer miniestro.
Los dos reímos.
Hablabamos un rato más y después acordamos la hora en la que me vendría a recoger.
Pasé lo que quedaba de tarde molestando a Jey que jugaba con su Play vete a saber qué número si las tenía todas hasta que consideré que ya era hora de ducharme.
Salí de la ducha y, enrollada en la toalla, estuve un rato delante del armario abierto, considerando qué ponerme.
-¿Adónde vas, hermanita?
-Jey, por dios, no tenemos cinco añitos, deja de llamarme así.
-Oh, lo siento Martita.
Le tiré un zapato, que él esquivó hábilmente.
-¿Adónde vas?
-Me voy, que es lo que cuenta.
-Vale, cambiaré de pregunta. ¿Con quién vas?
-Voy con alguien que es lo importante.
-Jo, hija, no hay quién hable contigo.
-Vale, me voy con Liam, ¿contento? Y no sé dónde vamos.
-¿Liam, eh?
-¿Amber, eh? Ve a llamarla y déjame en paz.
Salió de mi cuarto y yo me vestí.
Acababa de subirme a los tacones cuando oí el timbre.
-¡Ya voy yo!-dijo Jey felizmente.
-¡Voy yo!-dije, saliendo a su encuentro en el pasillo.
Empezamos entonces un fuerte forcejeo para ver quién llegada antes a la puerta y la abría. 
Estuvimos a punto de caernos de las escaleras, pero le quité la gorra y la tiré por la barandilla de la escalera al suelo.
-¡Mi gorra!
Y mientras él iba a cogerla yo abrí la puerta para ver a un Liam sonriente, vestido con camiseta de cuadros, chaqueta, vaqueros y Convers, en el felpudo.
-¡Hola!
Nos saludamos con un abrazo y después nos dimos dos besos.
-¿Lista para irnos?
-Por supuesto-dije, cerrando la puerta tras de mí.
Nos dirigimos hacia su coche y él me abrió la puerta.
-Adelante, señorita-dijo, pronunciando la última palabra en español.
Sonreí y me senté.
Él rodeó el coche por delante y se sentó.
Arrancó y nos fuimos.
-¿Adónde vamos?
-A saldar de una vez mi deuda y, por tanto, a cenar.
-Si eso ya lo sé, pero, ¿adónde?
-¡Sorpresa!
-Las sorpresas me dan miedo.
-Pero no viniendo de mí. ¿Quieres que ponga algo de música?
"Can´t Say No" de Conor Maynard acababa y empezó a sonar More than this y yo empecé a cantarla a gritos, volviéndome loca y Liam me miró riéndose y acompañándome, pero con cara de debatir si me había vuelto loca y no debería parar el coche y dejarme tirada en medio de la calle para salvar su vida.
Bah, él nunca haría eso.
Se acabó la canción y "Drive" de Carly Jae Repsen comenzó a sonar, lo que me tranquilizó un poco.
Vi que Liam negaba con la cabeza mientras sonreía.
-¿Qué pasa?
-No sabía que estabas tan loca.
Sonreí.
-Ay Liam, hay tantas cosas que desconoces de mí...
-Espero conocer algo más de ti después de esta noche.
-Cuenta con ello.
No tardamos en llegar a un restaurante con pinta de lujoso.
Liam me abrió la puerta del coche y me tendió la mano para ayudarme a salir.
Sonreí.
No estaba acostumbrada a tanta caballerosidad, porque viviendo con Jeydon, que desconocía el significado de esa palabra...
Entramos en el restaurante y miré los miles de cuadros que decoraban sus paredes.
Antes de darme cuenta, ya estábamos sentados los dos en una mesa del centro, donde los cuadros, que representaban todo tipo de escenas y paisajes, no abundaban tanto.
-Y bueno, cuéntame... ¿Cómo ha llegado una chica como tú a un sitio como este?
-Bueno Liam no sé, tú me has traído.
Rió largo rato.
-Me refería a cómo llegaste a mudarte aquí, a Londres. Por lo que tengo entendido, ya que Cris me lo ha contando, eres de Canadá.
-Cris habla mucho, pero sí, es cierto. Si te soy sincera, no sé del todo por qué nos vinimos aquí. Mis padres querían un cambio de aires, aparte de encontrar un trabajo y bueno... Aquí acabamos.
Estuvimos hablando durante toda la cena.
Desde luego, si quería conocerme, lo estaba haciendo a fondo, preguntaba por esto o por lo otro y yo se lo contaba.
A la hora de pagar tuvimos una pequeña discursión, ya que quería pagar él, yo quería pagar también y no me dejaba de ninguna manera pagar a medias. Al final, acabó ganando él y él pagó, aunque yo le dije con el puño en alto que eso no quedaría así.
Al salir del restaurante no pude evitar un escalofrío al notar una corriente de aire frío y me abracé los hombros.
-Oh, ¿tienes frío?
-N-no...
Pero antes de que pudiera decir algo más, ya tenía su chaqueta sobre los hombros.
-Pero no puedo aceptarla. ¿Y si tú tienes frío?
-No lo tendré, además, no soy yo quién lleva los hombros descubiertos.
-Oh, bueno... Gracias. Pero si tienes frío, pídemela.
Se detuvo un momento para colocarme el cuello de la chaqueta, que tenía mal colocado.
-Está bien, como quieras.
Entramos en el coche y fuimos todo el trayecto a casa hablando. 
De nuevo, cuando aparcó, me abrió y me tendió la mano para ayudarme a salir.
No debería hacer ese tipo de cosas, porque entonces me acostumbraría y no podría vivir de otra manera.
-¡Oh, un momento, se me olvidaba!
Abrió de nuevo el coche, aunque con la diferencia de que la puerta que abrió era la de atrás y sacó algo, lo cual se puso tras la espalda.
-¿Qué tienes ahí?-dije, intando mirar tras él.
-¡Sorpresa!-dijo, tendiéndome una rosa.-Se me olvidó dártela antes, lo siento, soy un idiota, no sé dónde tengo la cabeza...
La cogí.
-Liam, no importa, de verdad. Ni siquiera tenías que haberte molestado, en serio. Muchas gracias.
Él me sonrió.
-No me gustaría que esta noche se acabara así ni aquí. ¿Querrías dar una vuelta por el parque?
Asentí frenéticamente con la cabeza.
-¡Sí!
Llegamos allí y nos tumbamos los dos en el césped.
Yo no soltaba la rosa que me dio ni por un momento.
Allí tirados, mirando el cielo, estuvimos hablando delo que habían hecho en EE.UU y yo le conté todas las experiencias vividas en su ausencia.
-Todo esto es precioso.-dije, mirando el cielo y después pasando la vista a la rosa, la cuál descansaba sobre mi pecho.
-Sí, tienes razón.
Giré la cabeza y le miré.
-¿Por qué haces todo esto por mí, Liam?
-Porque te debía una cena.
-Ya, pero aparte, ¿por qué me llevas a un restaurante tan lujoso? Podríamos haber ido a cualquier otro sitio, no me hubiera importando dónde con tal de ir contigo.
Él giró la cabeza y me miró.
-¿De verdad?
-Por supuesto. No tienes por qué impresionarme de esa manera. No soy de esa clase de chicas.
-Bueno es saberlo.
Empezó a refrescar y Liam dijo de ir a casa, que lo último que él quería era que yo me costipara.
Nos paramos delante de mi puerta y me quité su chaqueta.
-Bueno, Liam...
-Esto...
-Gracias por la chaqueta y, bueno, por todo en general y por la ros...
No me dejó terminar, ya que sus labios callaron lo que los míos tenían que decir, callando mi frase.
-End-
-Vaya, qué eufórica.
-Lo siento, no puedo evitarlo, Harry. Estoy pletórica de euforia.
Sonrió y me dio un sonoro beso en la mejilla.
Iba a apartarse, pero se lo pensó mejor, volvió a inclinarse y me dio otro beso en la mejilla. Y otro, y otro y otro más.
Reí.
-Para, para. Si me comes a mí, ¿qué vas a dejar para la cena? Encima que me he esforzado cocinando...
-¿Tú? ¿Cocinando? No te imagino.
-Aunque no sea una maestra en la cocina como tú dices que eres, algo sé hacer. ¿Pero nos vamos a quedar aquí discutiendo mis artes culinarias o prefieres ir a mi casa y comprobrar lo que preparé?
Hizo una mueca con la boca, finjiendo que lo pensaba.
-Vamos a tu casa.
-Sabía que dirías eso.
Me pasó el brazo por los hombros y yo le aferré la cintura con los brazos.
Una vez en mi casa, procedí a preguntarle qué tal le había ido por EE.UU ya que... No habíamos tenido tiempo para hablar de ello.
-Ah, pues muy bien. Bueno, no. No me gustó. No quiero volver.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque no estabas tú.
-Bueno, si te soy sincera, a mí tampoco me gustó estar aquí. No estabas, ¿sabes? No había con quién discutir.
Me abrazó por la cintura.
-Oh, sí claro, no había con quién discutir...
Apoyó la cabeza en mi hombro y después pasó a dejarme tiernos besos en el cuello.
Lo aparté delicadamente, ya que me hacía cosquillas.
-¿Tienes hambre?-le pregunté.
-Sí. De ti.
-No me refería a esa clase de hambre.
-Ya, lo sé, pero me gusta ver la cara que pones cuando digo algo así.
Puse una mueca con la boca que le hizo reír.
-Sólo eres feliz haciéndome de rabiar, Harry. Cuando antes lo aceptes, mejor será para los dos.
-No es cierto.
Chasqueé la lengua.
-Mientes.
-No miento-dijo, acercándome más a él.-Las mentiras se acabaron cuando empecé contigo. ¿Quieres saber cuándo soy feliz?
Asentí con la cabeza.
-Lo soy cuando hago esto.
Y me besó.
Debí haberlo supuesto.
Sonreí y me aparté.
-Me gusta la manera que tienes de ser feliz.-dije.
Después de unos cuantos abrazos y tonterías más, le pedí que se sentara a la mesa, que yo me encargaba de colocar la mesa. Se quedó sentadito en la silla pero en cuanto puse un pie en la cocina, él fue detrás.
-¿Qué? He estado mucho tiempo sin ti, no quiero estarlo más. Ni aunque sean unos metros.
-No deberías decirme esa cosas, Harry.
-¿Por qué?
-Porque me gustan demasiado. Y ahora vete a sentar.
-Vale...
Llevé los platos y vi que me estaba mirando con ojitos de perrito y haciendo un pucherito.
-No Harry. Tú no me dejaste hacer nada a mí ese día, ahora te pago con la misma moneda.
Abrió la boca para protestar, pero le puse el dedo.
-Chst.
Fui a la cocina, traje los vasos y la bebida y él seguía haciendo pucheritos.
-Venga Harry ánimo que ya sólo tengo que hacer un viaje más.
Sonrió.
Traje una bandeja, la cuál había tapado cuidadosamente, la puse en el centro de la mesa y me senté.
Nos quedamos mirando.
-¿A qué esperas? Puedes destaparla. No va a morderte.
Lo hizo.
-Lo siento, es lo único que sabía preparar. Zayn me enseñó a hacer fajitas ese día que quise hablar con Louis y bueno... ¿Recuerdas? No sabía qué otra cosa hacer.
-Claro que me acuerdo. ¿Quién te dijo que esta era mi comida favorita?
-¿Qué? ¿Bromeas? Pues he acertado de casualidad...
Cenamos mientras le contaba lo que yo había hecho en su ausencia. Le conté absolutamente todo. Lo que hice con Dean, lo que hacía cuando estaba sola, lo mucho que le eché de menos... Todo lo que hice durante el período de tiempo en el que no estuvo.
Me ayudó a llevar los cacharros a la cocina y los metí a desgana en el lavavajillas.
-¡Ah, se me olvidaba! Mira, quiero enseñarte algo.
Le cogí de la mano y tiré de él hacia mi habitación, donde encendí la luz y me dirigí al escritorio.
-Vaya. ¿Y todas estas fotos?
-Ah, sí. Os echaba demasiado de menos... Así que me rodeé de recuerdos.
-A veces pienso que te hice más daño del que creía al irme.
-Harry, era algo que tenías que hacer. Tu obligación. Y yo lo comprendía. Lo demás no importa. ¡Ah, aquí está! Mira lo que me trajeron mis padres de España.
Y le tendí la revista.
-Una revista. Y en español.
-Muy agudo, Sherlorck. Mira los pósters. Mi madre me la compró por eso.
-Oh, un póster de Justin. A Niall le gustará.
-El de atrás de ese.
Lo miró y rió.
-¿Carry? JAJAJAJAJAJAJAJA ¿Carry? ¿En serio? JAJAJAJAJA
Me acabó contagiando la risa a mí y acabamos los dos tirados en el suelo riéndonos.
-Así que somos Carry.
-Eso parece, sí.
-Pues salimos bien en la foto.
-Oh, sí, muy bien y además salimos ahí haciéndole la competencia a Jelena...
Rió.
-¿Me lo puedo quedar yo?
-¿Qué?-dije, con sorpresa-¿Lo quieres tú?
-Sí, claro. Tú tienes muchas fotos conmigo aquí-dijo, mirando las fotos de las paredes de mi cuarto-Mientras que yo contigo no.
-¿Vas a poner un póster nuestro en tu cuarto? ¿Voy a tener un espacio en tu pared junto a Elvis, Kings of Leon y los Beatles?
-Sí, por supuesto.
-Nunca pensé que me concederías tan alto honor.
Rió y me abrazó.
-¡Mira quién está aquí!-dije, cogiendo a Narry y enseñándoselo a Harry-Mira Narry, papá Harry está aquí.
Harry sonrió.
Sin querer, el gato de peluche se me cayó y rodó por el suelo hasta detenerse a la altura de las piernas de Harry.
-A mí me da que Narry huye de mí.
-¿Cómo va a huir de su padre? Espera, que Narry vendrá. ¡Ven Narry, ven!
Y le miré fijamente al peluche durante unos tres minutos.
-Eh, Cris, creo que Narry no va a...
-Chst, se está concentrándo.
Harry suspiró y me hizo cosquillas en la nuca, lo que hizo que me retorciera y aprovechó para darle con el pie al minino de peluche y este cayó sobre mis piernas.
-¡Se ha movido!-exclamó.
-¡Oh dios mío!
Lo cogí en brazos (a Narry, no a Harry, eso hubiera sido muy difícil) y comencé a dar vueltas con el gatito en brazos mientras Harry maldecía por lo bajo el día que decidió regalarme dicho peluche.
De nuevo abajo, dejó la revista en la mesa (quería llevársela para leerla detenidamente si Niall era capaz de traducirla) y los dos nos tumbamos en el sillón, mientras compartíamos un tarro de helado de chocolate.
Fui pasando los canales con el mando mientras que Harry me daba helado con su cuchara, ya que con una mano pasaba los canales y la otra la tenía perdida en su pelo, de vez en cuando le masajeaba la nuca o corría por su cara, rozándole las mejillas.
-Deja esta película.
-Es Saw II.
-¿La has visto?
-Sí. Molaba ver la cara de Megan y Candy cuando alguien sufría mientras Rebe y yo nos reíamos.
-¿Quiénes son Megan y Candy? ¿Y Rebe?
-Son amigas de España. Y no recuerdo cuál de las dos, cuando volví a España, me dijo que quería venirse conmigo aquí para verte a ti.
Rió.
-¿Y qué le dijiste?
-Por aquel entonces no estábamos saliendo, recuerda... Pero eché a correr. Les eché un pañuelo que, según les dije, era tuyo y huí para salvar mi vida. Pero bueno, quiero helado, dame más.
Rió y me tendió la cuchara.
Me la metí en la boca y, cuando fue a sacarla, la mordí.
-Uh.
Seguimos viendo la película, que estaba algo empezada y cuando una mujer fue arrojada a un agujero lleno de jeringuillas Harry ahogó un grito.
-Pero, ¿qué pasa?-le pregunté.
-Qué dolor.
-Ya, tiene que doler. Pero yo me tiraría de cabeza a algo así por ti.
Se me quedó mirando, comprobando la verdad de mis palabras.
-¿De verdad?
-De verdad.
Se quedó convencido de que decía la verdad.
-Estás loca.
-Pero eso ya lo sabías cuando te enamoraste de mí. Helado, Harry, que circule el helado.
El helado se acabó y dejé el bote con las cucharas por el suelo.
Harry se tumbó cual largo era en el sillón y yo me tumbé encima, subiendo y bajando con su respiración. 
Cuando me cansé de subir y bajar constantemente, me tumbé delante de él, ya que me dejó un hueco y, para evitar que me cayera, me agarró de la cintura con un brazo.
La película se acabó y apagué la tele con el mando.
Después, me giré para no darle la espalda a Harry y apoyé la cabeza en su hombro.
Uno de sus brazos seguía aferrándome por la cintura, atrayéndome contra él para evitar que me cayera aunque aún tenía espacio de sobra y otro estaba por detrás de mi cabeza y me rodeaba por los hombros.
Comprobé que no tenía frío. Y sin necesidad de ninguna manta. La próximidad de Harry me arropaba mejor que cualquier manta.
Puse un brazo sobre su pecho y empecé a hacerle dibujitos en la camiseta.
-Dolía.-dije, de repente.
-¿El qué?
-El despertar y no encontrarte a mi lado. Dolía más de lo que me imaginaba.
Él me abrazó más fuerte.
-Lo siento.
Acerqué más la cabeza, hasta conseguir meterla en ese espacio existente entre su cuello y su hombro.
-No importa. No me importa sufrir por ti si sé que siempre me veré recompensada contigo.
Sonrió.
-Gracias.-dijo.
-¿Por qué?
-Por existir.
[...]
Desperté al oír un sonido lejano, probablemente proveniente de la cocina.
Abrí los ojos y lo primero que vi fue a Harry, el cuál estaba profundamente dormido pero que eso no le impedía mantenerme sujeta aún.
Sonreí y empecé a acariciarle la mejilla izquierda.
Al sentir mi contacto, no tardó en despertar.
-Buenos días, dormilón.
Me sonrió.
-Oh, vamos, si tampoco duermo tanto.
-Vaya que no, voy a empezar a tener que llamarte marmota a partir de ahora.
-Qué horror.
Reí.
-¿Ya os habéis despertado, chicos?-dijo mi madre, entrando de repente en el salón, haciéndome chillar del susto y que Harry y yo rebotáramos del sillón de la impresión.
-¡Mamá! ¡Qué susto!-dije, recobrándome y echándome de nuevo sobre Harry del susto-¿Qué haces aquí?
-Bueno, vivo aquí, ¿recuerdas?
-Ah, sí, siempre se me olvida ese pequeño detalle-dije, con fastidio.
-Buenos días, Harry.
¿Mamá le daba los buenos días a Harry y a mí no? Mamá me odiaba.
-Buenos días, señora.
-Oh, puedes llamarme Ana.
-Oh, de acuerdo seño...Em...Ana.
Papá entró entonces en la escena.
Y yo que quería haberme ahorrado estas tonterías y situaciones sin sentido... Se ve que no se ahorra siempre en lo que uno quiere.
Y los dos se nos quedaron mirando, sonriendo de una manera que me puso nerviosa.
-Papá, mamá, ¿podes, por favor, iros y dejarnos... Un poco solos?
-¡Oh! Perdónanos, hija, ya nos vamos, ya.
-Sí, sólo queríamos deciros que os hemos dejado el desayuno preparado en la cocina, para que vayáis cuando queráis.
Y acto seguido desaparecieron.
-Harry, mis padres me dan miedo. Seguro que nos han estado espiando mientras dormíamos.
-A mí me parecen majos.
-Porque precisamente les conozco sé que es sospechoso que sean tan majos. Que vergüenza he pasado cuando nos han mirado así.
-Bah, ya te acostumbrarás. O ellos. Tienen que acostumbrarse a mí porque pienso dejarme caer mucho por aquí para ver a su hija.
Le sonreí.
Después de un rato más tirados en el sillón, fuimos a la cocina a desayunar y les vimos allí a los dos, sentados en le mesa, deseosos de que nos sentáramos con ellos.
-Vale, ahora me dan miedo hasta a mí-me susurró por lo bajo.
Desayunamos mientras nos sometían a una cantidad incesante de preguntas, aunque la mayoría eran para Harry. Cuales eran sus objetivos en la vida, preferencias en la vida... La lista era larga.
-Mamá, por favor, deja de agobiarle.
-Arg, está bien.
Salió de la cocina.
Papá leía el periódico tranquilamente pero cuando ella salió, bajó el periódico e hizo el gesto de llevarse dos dedos a los ojos y los dirigió hacia Harry, diciéndole "I´m watching you" sin palabras.
Este tragó saliva y yo regañé a mi padre.
Después de desayunar acabamos los dos sentados en el sillón de mi porche.
-Perdona a mis padres. La edad, ya sabes, les pasa factura.
Rió.
Le sonó el móvil y lo miró.
-Es Louis, que me dice que dónde leches estoy metido.
-Dile que un secuestro es un secuestro y no puedes saber dónde estás.
-Vale. Dice que qué secuestro ni qué leches, que nos está viendo desde la ventana del salón.
Nos giramos y le vimos en la ventana.
Le saludamos.
-Dice que vaya, que me echa de menos.
-Dile que sin dinero yo no te dejo ir a ninguna parte.
-Dice que eso no se le hace a los amigos, que me dejes ir por un módico precio y que luego te invita a un helado.
-Dile que helados en mi nevera hay muchos, que tú de aquí no te vas sin un pago justo.
-Dice que te da a Niall y a Zayn, si lo quieres, si me dejas ir.
-Dile que quiero eso y mucho más.
-Dice que tanto no tiene.
-Pues le dices que entonces no te vas.
Se lo escribió.
-Pues entonces dice que viene él en persona a buscarme.
Y, en efecto, al minuto apareció Louis por el porche reclamando a Harry.
-¡Qué es eso de llevarte a Harry así por la cara y encima luego pedirme un rescate!
Me reí.
-Bueno, ya que has venido hasta aquí, llévatelo gratis, pero esto no será así la próxima vez.
-Gracias. ¡Vamos, Harry!
Puso los ojos en blanco y se levantó del sillón.
-¿Te veo luego?-preguntó, inclinándose hacia mí.
-Por supuesto. No te vas a librar de mí, tenlo por seguro.
Me besó y se fue, arrastrado por Louis, que le decía que tenían que hablar de algo de lo que no me enteré.
Sonreí y, una vez que se fueron, entré en casa y vi que Harry se había dejado la revista. Ay, luego se la llevaría.
Decidí cambiarme y, ya que no tenía nada mejor que hacer, me iba a acercar a casa de Bego, a ver si se contaba algo interesante y llamaría a Marta, para que se viniera también.
Lo bueno, según dicen, es breve. Mi felicidad junto con Harry también lo sería. Yo en esos momentos no lo sabía y, si me hubieran contando entonces lo que pasaría a continuación, no les hubiera creído en absoluto.


¡Eh, pequeños sinsajos! Aquí estoy otra vez con otra capítulo. Oh, dios mío, ya voy por el 30. Dentro de nada me veo escribiendo el 50. Bueno, que muchísimas gracias por esperar y ser tan pacientes, pero como veís, sois recompensadas, puesto que este capítulo es largo y eso x3 Gracias por leer y, en general por todo.
Eh, Marta, que te quiero <3
Att: @Cris_Jbieber

sábado, 15 de septiembre de 2012

Capítulo 29


[¡Hola, gente! :D ¿Qué tal? Bueno, que vuelvo a recordar lo de mi nueva novela, As Long As Niall Horan Loves Me, que ya tiene 6 capítulos. Aquí os dejo el link 
http://aslongasniallhoranlovesme.blogspot.com.es/ Luego decir también que la banda sonora de este capítulo es "Lego House" de Ed Sheeran, ya que mientras lo escribía, es la única canción que escuché y bueno, que si alguien quiere escucharla mientras la lee, pues es libre para hacerlo LLN]

-Harry-
No contestaba, mas yo seguía llamándola, escuchando su contestador.
"¡Hola! Soy Cris. En estos momentos no puedo atenderte ya que... ¡Ay, Harry! ¡Deja de hacerme cosquillas, jajaja! Deja tu mensaje después de oír swag. Swag!"
¿Dónde estaría para no cogerme el teléfono? Ni siquiera me cogía el de casa...
-¿Qué pasa, Harry?-dijo Louis, sentándose en el brazo del sillón que estaba a mi lado.
-Cris no me coge el teléfono, tío. Llevo toda la tarde llamándola y nada. Ni siquiera me coge el de casa, así que... ¿Dónde está? Si no está en casa, ¿dónde está que no se ha llevado el móvil? Esto en ella no es normal, Lou. Estoy preocupado.
-¿Y por qué no llamas a Bego o a Marta? Son sus amigas, ellas tendrán que saber dónde está. Quizá están todas juntas haciendo cosas de chicas y por eso no escucha el móvil.
-Aw, Lou, tú siempre con tus buenas ideas. Tienes razón, no se me había ocurrido.
-Llámalas, anda.
Se levantó del brazo del sillón y se fue para dejarme hablar tranquilo.
Llamé a Bego, ya que Cris iba con ella a la academia y quizá al salir de esta habían ido juntas a hacer algo.
Tampoco me lo cogía. Cuando ya iba a colgar, lo cogieron.
-¿Si?-dijo la dulce voz de Nerea.
Oh, vaya. La que me faltaba.
-¡Hola Nerea! Soy Harry.
-¡Harryyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!
Tuve que separarme el móvil de la oreja porque del grito que dio, casi me deja sordo.
-Sí, ese soy yo. ¿Qué tal las cosas por allí?
-Oh pues bien, bien. Se os echa de menos, pero bien.
-Me alegro, oye, mira... ¿Está Cris por ahí?
-¿Cris? ¿Aquí? No, ¿por qué?
Suspiré mientras dejaba caer la cabeza hacia atrás y cerraba los ojos.
Me estaba quedando sin lugares en los que podría estar.
-Porque no la encuentro, Nerea. No me coge el teléfono y no sé dónde está.
-¡Ah! Pues seguro que estará por ahí con su nuevo noviete...-dijo, con voz enfadada.
-¿Qué?
-Que sí Harry que sí. Cris lleva saliendo con otro chico unos días. Se lo oí comentar a Bego.
Me eché a reír.
-Eso no es posible, Nerea.
-¡Qué sí Harry! ¡Qué Bego lo dijo!
-Seguramente estarían hablando de otra cosa y creíste que hablaban de ella. Cris no es así. ¿Está por ahí Bego?
-No, se está duchando.
-Bueno, entonces la llamaré más tarde.
-¡No Harry no me cuelgues!
Estuve escuchándola un par de minutos y, al fin, me dejó colgar. Una vez que lo hice me eché a reír otra vez. "Nuevo noviete" Claro.
-Louis-
-¿Y qué tal estás?
-Oh, yo bien. Iba a entrar justamente en la ducha. Qué sorpresa tu llamada, de verdad.
Reí.
-Eh, que yo puedo sorprender, cómo bien has visto.
-¿En qué otras cosas me sorprenderás? Estoy impaciente por verlo.
-Quizá la próxima sorpresa no se retrase tanto. Creo que a mi vuelta habrá otra.
-Buenoooooooo. Viniendo de ti, tengo miedo.
Reímos los dos.
-¿Sabes? Eres malo-dijo Bego.
-¿Qué? ¿Yo? ¿Malo? ¿Por qué? ¿Qué hice ahora? Sea lo que sea, fue Liam.
Ella rió.
-Liam no hizo nada. Fuiste tú el que me dijiste que teníamos que hablar y después te fuiste, dejándome con la intriga durante tantos días.
-Ah, entonces sí, de eso sí que soy culpable. Pero bueno, cuando vuelva lo sabrás.
-Repito, estoy impaciente.
Hablamos un poco más y decidí sacar el tema, para enterarme yo también.
-Ah y Bego, ¿sabes algo de Cris? Harry está desesperado, subiéndose por las paredes ya que no puede contactar con ella.
-Ah, sí.
-¿Qué le pasa?
-No le pasa nada, es que ahora tiene un amigo y bueno...
-¿Qué? ¿Y qué pasa? No me dejes ahora tú con la intriga a mí.
-Pues te lo merecerías.
-No te conviertas en alguien malvado como yo, Bego.
Rió.
-Bueno, pues pasa mucho tiempo con Dean, el chico este... Y se deja el móvil en casa.
-¿Qué? ¿Cómo que se deja el móvil en casa?
-Sí, lo hace. Nosotras le llamamos y no nos lo coge y cuando hablamos con ella, apenas nos cuenta algo de lo que hacen juntos.
-Eso... No me suena muy bien.
-Ni a mí, la verdad. No sé qué está haciendo Cris... No la reconozco. Estas cosas no son propias de ella.
-¿Tú crees que ese chico y ella...?
-¿Sinceramente? No lo sé.
-Pero ella no sería capaz de hacerle eso a Harry.
-Es posible, pero ya sabes... Nunca puedes saber qué va a pasar, ni qué harás en el futuro. Ni si todo te saldrá como esperas.
-Harry-
Louis volvió y me encontró sonriendo en el sillón. Lo del "nuevo noviete" aún resonaba en mis oídos y me hacía gracia.
-¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara de tonto? ¿Has conseguido hablar con Cris ya?-preguntó.
-Esa cara de tonto la tiene siempre-dijo Zayn, que toqueteaba no sé qué del móvil.
-No, no he conseguido hablar con ella. Pero es que Nerea me ha contado algo muy gracioso.
-¿Ah, si? ¿El qué?
-Me ha dicho que Cris tiene un nuevo "noviete". Y que por eso no me coje el teléfono.
Y me eché a reír mas él no rió.
-¿Louis? ¿Qué pasa, por qué no ríes? Si tiene gracia la cosa.
-Es que... Bueno...
-¿Qué pasa?
-Es que he estado hablando con Bego...
-¿Bego? ¿Pero no se estaba duchando?
-Conseguí hablar con ella antes de eso y, bueno...
-¿Qué, Louis? ¿Qué pasa? Dímelo.
-Que Bego dice que sí, que es cierto. Cris se deja el móvil en casa para que no la localizen, pasa mucho tiempo en compañía de otro chico y apenas dice lo que hace con él.
Zayn levantó la mirada del móvil y se me quedó mirando, al igual que Louis.
No sabía cómo reaccionar. Lo que me contaban, aunque perfectamente evidente, al menos, para ellos, no podía ser cierto.
"Moriré.
Oh, no, no lo harás. Más te vale que cuando vuelva, te encuentre viva.
Pero moriré esperándote. No podré aguantar sin ti, ya te lo dije.
Vive con la idea de que volveré.
A eso, pues, me aferraré."
-No. No es cierto. Estáis equivocados. Ella no es así, no hace eso. Y lo comprobaremos al volver.
"Harry... ¿Cómo te sientes sabiendo que vivo por ti?
Me siento el chico con rizos más afortunado del mundo".
Las miradas de mis amigos me molestaban.
-¿Qué? ¡Dejad de miradme! ¡Ella no ha echo nada, ¿vale?! 
"¿Y tú cómo te sientes cuándo te digo que no me tiembla la voz al decirte que eres la única para mí?
Mm... Me siento poderosa.
Te quiero.
Dilo con más convicción.
¡Te quiero!
Oh, sí. No sé cómo podré vivir sin escucharte el decir esto todos los días".
Me levanté del sillón.
-¡En serio dejad de miradme así! ¡Cuando veáis que esto es mentira os daréis cuenta de vuestro error!
Cerré la puerta tras de mí con fuerza y me fui, buscando el balcón.
"Quizá debamos volver con los demás.
No. Quedémonos solos un rato más. Pasará tiempo hasta que tengamos de nuevo la oportunidad de estar solos.
¿Qué harás mientras estés allí, Harry? Verás como me entere que has cogido un número de teléfono de alguna chica...
No, jaja. Eso nunca más. Eso quedó atrás... Muy atrás.
¿Entonces qué harás?
¿Acaso no te lo imaginas?
Mm... No.
Desear volver a verte. Eso haré. ¿Y tú qué harás mientras estés aquí?
Desear poder controlar el tiempo para que este pase más deprisa y poder volver a abrazarte. Y, cuando lo haga de nuevo, lo lamentarás.
¿Por qué?
Porque entonces no volveré a soltarte jamás".
No, todos estaban equivocados. Nerea, Bego, Louis, Zayn... Todos lo estaban. Ellos no la conocían como yo, no sabían las cosas que habíamos hecho, lo que nos habíamos dicho... Ellos no sabían nada.

"Harry...

¿Hum?
¿Qué somos?
¿Qué? ¿Qué qué somos? No te entiendo.
Sí, quiero decir... Ahora somos novios, ¿no? ¿Y qué seremos? Me aterra pensar en el futuro. En mi futuro...
¿Por qué?
Por si tú no estás en él. ¿Y si en mi futuro no estás tú? Y si... ¿Y si dentro de un tiempo no estamos juntos, sino separados? ¿Y si lo nuestro sólo es un amor de verano? Porque seguimos en verano... ¿Y si esto se acaba? Nuestro amor, quiero decir... ¿Y si el otoño se lo llevara? ¿Qué haría yo entonces?
¿Y si dejas de hablar de cosas que quizá nunca pasen y me besas?"
No, aquella chica a la que se le saltaban las lágrimas al expresar su miedo a no tenerme cerca de sí en el futuro no podía hacer lo que nuestros amigos estaban sugiriendo.
Alguien me puso la mano en el hombro. Fue Niall, ya que acto seguido se apoyó en la barandilla del balcón a mi lado.
-Ya me ha contado Louis lo... Bueno, eso.
-¿Y qué opinas?
-Que no me lo creo. La conozco bien y ella no es capaz de eso.
-Entonces eres de los míos.
-Siempre, tío, ya lo sabes.
Le sonreí.
-Quiero volver. Ya hemos hecho lo que teníamos que hacer aquí.
-Pues vámonos. Zayn está deseando ver a Alex, Bego y Louis tienen que hablar, Liam le debe a Marta una cena y tú tienes que descubrir este misterio que rodea a Cris.
-¿Y tú?
-¿Yo? Yo echo de menos mi cama.
Volvimos a dentro y expresamos nuestro deseo de irnos. La idea fue bien recibida por todos y planeamos el regreso a casa. Menuda sorpresa me llevaría al volver.
-End-
-¡Hasta mañana, Dean!
-¡Adiós Cris! Nos vemos mañana.
-¡Claro!
Entré en casa, canturreando.
-Cris, ¿cómo tú tan feliz? ¿Ha vuelto ya Harry acaso?
-¿Eh? ¡Am, no! Vuelve... No recuedo cuando. Bueno, ya vendrá, no te preocupes.
Subí arriba y cambié mi ropa por el pijama, recordando las risas que nos habíamos echado esa tarde jugando al billar con unos compañeros de la compañía de baile de Dean que nos encontramos en un bar. Aunque era la única chica, me sentí bastante agusto, quitando cuando Tom, uno de los chicos, se me acercaba demasiado. Finalmente, Dean le paró los pies con una frase "Déjala, es la novia de Harry Styles".
Y yo tan feliz, porque adoraban que dijeran eso. Que dijeran que le pertenecía, que era su novia, que era de él.
¡Ah, Harry! Si supiera que todo esto lo estaba haciendo por él... Así, de esta manera, no recordaba tanto que él no estaba y así me dolía menos su ausencia. Aunque cuando me encontraba sola, el dolor de no tenerle a mi lado volvía a atacarme.
Cogí el móvil y me sorprendí al ver que tenía diecisiete llamadas de Harry. ¿Él llamándome? ¿Y qué pasaba con la apuesta? Una de dos, o no le importaba perder con tal de volver a hablar conmigo o era una trampa para que yo le llamara y perdiera. Que listo era el tío. Conociéndole, lo que orgulloso que era, sería la primera opción.
Pues yo no iba a llamarle, ya se lo dije.
Dejé el móvil en la mesa y bajé a ayudar a mi madre con la cena, cenamos todos juntos y después, como me encontraba algo cansada me fui a la cama, aunque me costó dormirme. Ya dije, tenía frío, pero no un frío normal que superas cerrando la ventana, corriendo las cortinas, echándote un par de mantas y tapándote bien no, era otra clase de frío. Intenso frío que cesaría al volver Harry.
"Harry, sobre lo que pasó la otra noche en tu casa...
¿Si?
¿Te he dicho ya que estoy deseando volver a repetirlo?"
A la tarde del día siguiente, volvimos a ir con Dean a la academia. Mientras Jey y él hablaban de un partido de baloncesto de no sé qué equipos de la otra noche, Bego tiró de mi brazo para colocarme tras ellos.
-¿Qué haces?
-Quiero hablar contigo.
-Ah, vale. ¿Qué pasa?
-Ayer hablé con Louis.
-¿Si? Oh god! ¿Y qué te dijo?
Me resumió un poco su conversación.
-Y luego, bueno... Nerea habló con Harry y le dijo que tenías un amigo nuevo. Bueno, no, le dijo que tenías "un nuevo noviete".
-¿Qué? ¡No! ¿Y qué dijo Harry? Oh por favor...
-Tranquila, se lo tomó a broma y se echó a reír.
-Uff, menos mal. Esta Nerea... No entiendo a tu hermana, de verdad.
-Ni yo pero en fin... Y bueno, Louis preguntó por ti y tal... Y le conté que sí tenías un nuevo amigo, pero que eso, que sólo es un amigo.
-Ah, bueno, vale, está bien, Bego.
En la academia empezamos ya con las coreografías. Para practicarlas, obvio, teníamos que escuchar las canciones y yo no podía parar de pensar que si Niall estuviera aquí, estaríamos los dos gritando y saltando como dos locos.
Cuando acabaron los ensayos por ese día Jey y Amber se fueron a hacer skate (si lo que os digo, ahí hay tema...) y Bego dijo que Isa y ella tenían que ir a ver a unos familiares, así que nos quedamos Dean y yo sólos.
-Bueno, ¿y ahora qué hacemos?
-¿Y si vamos al parque? Ya sabes, el que está cerca de mi casa...
-Perfecto, vamos.
-Harry-
Llegamos a casa unos diez minutos antes que la academia acabara.
-¿Adónde vas? Si sabes que aún no está en casa...-dijo Niall al ver que salía por la puerta.
-Lo sé, pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada. Voy a su porche, a esperarla.
-Se llevará una sorpresa al verte aquí antes de tiempo.
-Oh, lo sé.
-Pues voy contigo.
-Vamos.
Los dos fuimos a su porche y nos sentamos en el sillón.
-¿Cuánto crees que tardará en venir?
-Ay Harry no seas pesado vendrá cuando venga, yo qué sé...
-Vale.
Y los dos nos reímos.
Nos pusimos hablar hasta que la vimos aparecer en la lejanía.
-¡Mira Niall que ahí está! Espera, ¿quién va con ella? ¿No es Jey?
-No, Jey no es. Creo que es... Su famoso amigo.
Los dos como venían andando y riéndose, en un momento él la abrazó y ella le apartó, aún riéndose. Pero había tonteo ahí. Incluso Niall se dio cuenta.
-Harry, tranquilo, no vayas a hacer nada de lo que puedas arrepentirte, que la última vez, bueno...
Me levantó del sillón y avancé hacia ellos.
-Harry, no hagas nada...
Ignoré a Niall, aunque lo que decía era sensato y seguí caminando hacia ellos.
Entonces Cris me vio y se le cayó la bolsa que siempre llevaba a la academia al suelo.
Primero se quedó quieta, pálida, como si hubiera visto un fantasma. Después, cuando se cercionó de que verdaderamente era yo, de que realmente estaba allí y no era un tipo de ilusión óptica producida por su mente, sonrió.
-¡Harry!
Y corrió los dos metros que nos separaban para abrazarme.
-Me voy unos días... ¿Y ya me reemplazas?
Se separó de mí y me miró extrañada.
-¿Qué?
-No me coges el teléfono y te pasas horas con ese chico para luego no contar lo que haces. Sospechoso, ¿no crees?
-Harry, no. Deja de decir tonterías, ¿vale?
-Ah, claro, ahora estoy diciendo tonterías.
-¿Se puede saber qué te pasa?
-¿Acaso no lo intuyes? Me voy casi una semana y tengo que recibir noticias tuyas por otras personas. Y, ¿qué es lo que me cuentan? Que desapareces junto con otro chico y estás ilocalizable. No sé... ¿Qué debo pensar?
Ella negó con la cabeza.
-Osea, ¿qué? Tú...¿Tú crees que Dean y yo...? Pero bueno Harry, de cero a infinito, ¿cuán de gilipollas eres? ¿Esa es la confianza que tienes en mí? ¿De verdad? ¿Qué te ha pasado estando allí? Tú no eres el Harry que se fue de aquí.
-Y tú no eres la Cris que dejé aquí.
-¿Qué? No me lo puedo creer. Sigues empeñado en creer que te he engañado. ¿Tú me ves capaz?
-No es cuestión de que yo te crea capaz o no, es cuestión de que acabo de verlo con mis propios ojos. ¿O no te acaba de abrazar y tú te has reído?
-En serio Harry, no me puedo creer que estemos discutiendo otra vez. Es mi amigo y somos compañeros de trabajo. ¿Acaso tú no abrazas a tus directioners y ríes cuando sales en sus fotos? ¿No es casi lo mismo?
-¡Por supuesto que no es lo mismo!
-Mira, Harry, relájate y déjame que te explique todo que creo que estás muy equivocado...
-¡No! ¡No quiero escucharte!
-¡Pues si no quieres escucharme ya me estás diciendo cómo quieres que te lo explique!
-¡Quizá es que no quiero que me lo expliques!
-¡Te lo dije, Harry! ¡Te lo dije! ¡Te dije que esto pasaría! ¡Te lo dije durante la cena...Ese día!
"La culpa fue mía. Yo empecé a decirte todas esas cosas horribles que, como tú, no creía en verdad. Pero para mí, verte con ella, me... Me impactó. Me destrozó por completo. Así que mi destrozada mente me hizo pensar y decir disparates, cosas imposibles, solo para intentar protegerme del dolor que sentía...
Te lo quería haber explicado, pero no quisiste escucharme.
Lo sé, lo sé. Pero, ¿qué hubieras hecho tú en mi lugar?
¿Qué qué haría si abriera la puerta y me encontrara con que Lindsey te está besando? Pues no sé, Cris, no soy de esos tíos a los que les pone ver chicas enrollándose, pero...
¡Harry! Me refería a si me vieras tú con otro. Con el surfista desesperado, por ejemplo.
No me haría ninguna gracia. No me la hizo cuando le vi cerca de ti, pero por no pelearme de nuevo como con Jey y como estábamos peleados, pues...
¿Y si yo intentara explicarte por qué estábamos él y yo en esa situación? ¿Me escucharías?
No... Creo que estaría demasiado dolido como para escucharte."
-¿Qué? ¿Qué tal se siente estando en mi lugar? ¿Se siente bien? ¿Si? ¿No? ¡Eres un gilipollas, Harry!-dijo, empujándome.

Yo me la quedé mirando, sin saber bien qué hacer ni qué decir.

-¡No te mereces todo lo que te he esperado! ¿Sabes? Mientras tú estarías por ahí rodeado de tías, como vives siempre, yo estaba en mi casa, llorando por las esquinitas, porque no estabas. Y vienes aquí a lo "Oh, mira Cris. He vuelto" y encima, después de lo que he pasado estos días, que no tienes ni idea, claro, te atreves a decirme que soy capaz, bueno, no que sea capaz, sino que lo he hecho, que te he engañado. Yo confío plenamente en ti, y yo creía que tú en mí, pero ya veo que no... Y no puedo estar con alguien que no confía en mí.
Se dio la vuelta, cogió su bolsa y se la echó al hombro.
-A lo mejor lo que querías era esto, que nos enfadáramos otra vez. Que rompiéramos. Quizá conociste alguien allí, quién sabe... Si a mí me dio tiempo, ¿por qué a ti no? O quizá lo que querías era que nos reconciliáramos como... La otra vez. Da igual, no me importa. Haz lo que te dé la gana. Adiós, Dean.
Caminó hacia la puerta de su casa.
-Oh, hola Niall, ¿qué tal estás?
-Oh, yo bien y...¿Tú?
-Echa una mierda, pero lo superaré.
Se giró para mirarme.
-Ya estoy acostumbrada a sufrir por su culpa y ya tengo experiencia en curar mis heridas gracias a él. Luego te veo si eso, Niall.
Abrió la puerta y la cerró tras ella.
Me quedé mirando la puerta cerrada, pensando en todo lo que me había dicho.
-Decías que la querías, pero no la escuchas.
-¿Y tú qué sabes?-dije, girándome hacia el tal Dean-¿Sabes que esto es por tu culpa?
-Sé todo lo que ella me ha contando y no has querido escuchar. Y no, esto no es por mi culpa. El que la ha gritado y se ha negado a escuchar la explicación que quería darte has sido tú, no yo.
No le respondí, ya que en mi interior algo decía que tenía razón.
-Ya que no la escuchaste a ella, te lo contaré yo. Nos conocimos por casualidad ahí, en ese parque de atrás. Ella llevaba días sin salir de casa y ese día no pudo más y salió. Nos conocimos entonces cuando le pedí que me pasara el balón, ya que estaba jugando al balocento y la reconocí, dado que yo participé también en el concurso. Gané la otra categoría y, por tanto, eso nos hacía compañeros de trabajo. Me pareció una chica muy maja, así que le dije de tomar algo. Ella iba a negarse, pensando que quizá quería intentar algo con ella, pero le dije "Eh, ya sé que sales con Harry Styles. No quiero que me parta las piernas, me gano la vida con ellas". Que es, seguramente, lo que se te está pasando por la cabeza en este momento, seguro-dijo, sonriendo.
Gruñí.
Había acertado.
Odiaba ser predecible.
-Así que le dije "sólo como compañeros de trabajo". Pero nos hicimos amigos, aparte de eso. Y ella me habló de ti. ¿Qué digo me habló? Si eras su único tema de conversación... Me contó que te habías ido, aparte de muchísimas otras cosas más y lo mucho que te echaba de menos y lo mucho que eso la mataba. Se dejaba el móvil en casa para resistir la tentación de llamarte a cada minuto y se venía conmigo, dado que la mantenía entretenida y, al menos, el tiempo que pasábamos juntos, no sufría tanto pensando que no estabas. Así que ya ves. ¿Ella, engañarte? No, nunca. Te seguiría hasta los mismos infiernos si hiciera falta. Esto lo sé porque me lo ha dicho, ¿eh? Y además... Voy a decirte algo. Quiero mucho a Cris, creo que es una niña ideal, muy mona, adorable y, sobretodo, buena, pero... Es que tío, soy gay, ¿sabes? Entonces como que tu novia no me atrae mucho en ese sentido...
La cara que se me quedó fue un poema y oí a Niall reír por detrás.
-¿Qué? ¿Qué tú...? ¿Y ella lo sabía?
-Claro que lo sabía. Yo se lo dije.
Me cubrí la cara con las manos y eché la cabeza hacia atrás.
La había liado pero bien.
-Si es que tuviste que haberla escuchado...
-End-
Cerré la puerta tras de mí y subí corriendo las escaleras hasta mi cuarto. Una vez allí cerré de un portazo, dejé la bolsa en el suelo y me dejé caer al suelo con la espalda apoyada en la puerta.
Y allí lloré las lágrimas que no había querido que Harry viera.
No podía creerme cómo se había torcido todo. Había estado esperando con enormes ansias que él volviera y, cuando el tan deseado momento había llegado, mira lo que había ocurrido.
Me levanté y decidí poner algo de música, para ver si podía... No, sería imposible sacar la situación antes vivida de mi cabeza.
I'm gonna pick up the pieces, 
And build a Lego house 
When things go wrong we can knock it down 
My three words have two meanings, 
There's one thing on my mind 
It's all for you 
I'm out of touch, I'm out of love 
I'll pick you up when you're getting down 
And out of all these things I've done I think I love you better now 
I'm out of sight, I'm out of mind 
I'll do it all for you in time 
And out of all these things I've done I think I love you better now 
[Voy a recoger las piezas 
Y construir una casa de lego 
Si las cosas van mal podemos derribarla 
Y mis tres palabras tienen dos significados,
Hay una cosa en mi mente 
Es todo para ti.
Estoy fuera de contacto, estoy fuera del amor
Te recogeré cuando estés cayendo.
Y de todas estas cosas que he hecho 
Creo que te amo mejor ahora.
Estoy fuera de la vista 
Estoy fuera de la mente 
Voy a hacer todo por ti en cualquier momento 
Y de todas estas cosas que he hecho 
Creo que te amo mejor ahora] (Lego House, Ed Sheeran)
Mientras escuchaba la canción me senté en mi cama, cogiéndome las rodillas con los brazos y no me molesté en secarme las lágrimas que jugaban a correr por mis mejillas.
Estaba completamente segura de tres cosas:
Primera, Harry había vuelto, que era lo que yo quería.
Segunda, se había pensando que le había engañado, nos habíamos peleado de nuevo, pero no habíamos roto...¿O sí?
Tercera, sin él no podría vivir. Me daba igual que no confiara en mí, o que me dijera mil cosas horribles. Yo le quería. Y eso no podía cambiarlo. ¿Qué era algo tonto y cabezota? Eso ya lo supe desde la primera vez que le vi y, al decir que le quiero, lo estoy aceptando así.
Vale, la... Última vez que nos peleamos, fue él quién tomó la iniciativa para reconciliarlos. Aunque las dos veces la culpa la ha tenido él, creo que esta vez tenía que ser yo quién la tomara.
-Harry-
Volvimos a casa y Niall fue el encargado de contarles a los chicos lo que había sucedido.
Yo estaba escuchando, sentado en una silla de la mesa del salón, mirando distraídamente por la ventana, como si lo que estuviera contando no tuviera que ver conmigo, cuando en realidad era todo lo contrario.
Los chicos se rieron.
-¿Y le ha hecho todo eso a la pobre chica... Para que luego el chico fuera gay? Desde luego, eres el rey de los mete patas.
-Cállate, Zayn.-dije, sin ganas.
-¿Ves, Harry? ¿No eras tú el que ayer decía "¡Dejad de mirarme así, que ella no es así, ella no ha hecho nada!"? ¿Y entonces por qué la has líado así?
-No sé, Liam.
-Cómo la lías, Harry.-dijo Niall.
-Pues nada, Harry-dijo Louis, tumbándose en el sillón-Ahora te toca pensar en otra reconciliación.
-¿Alguna idea?
Después de pasarme toda la tarde pensando la manera de disculparme, de decirle que era un maldito idiota, que ella tenía razón en todo y sobretodo, la forma de hacer que confíara plenamente en mí de nuevo, que me creyera y no encontrara forma alguna que me convenciera, llamaron a la puerta.
-Anda, Harry. Por pringado y metepatas, ve tú.-dijo Zayn.
Suspiré, me levanté de la silla con parsimonia y fui a abrir la puerta.
Me llevé una gran sorpresa al encontrarme a Cris en la puerta, sonriendo y mirándome con sus enormes ojos azules.
Justo cuando terminé de abrir la puerta del todo, se tiró contra mí, subiéndose a mi cintura ayudándose de sus piernas y me pasó los brazos por el cuello.
Ella fue a decir algo, pero lo pensó mejor y dejó que sus labios hablaran por ella.
De todas formas, no me hacía falta que hablara, ya sabía, sin necesidad de palabras, lo que quería decirme. Y le respondí de la misma manera, es decir, devolviéndole el beso.
Se separó unos centímetros de mis labios.
-Lo siento, lo siento muchísimo. Por todo.
-No seas tonta.-dije, capturando sus labios de nuevo, mas ella volvió a separarse.
-No sabes cuándo te he echado de menos.
-Bueno... Puedes contármelo. Te escucharé.
Sonrió y volvió a besarme.
Niall pasó por allí para ver qué pasaba, por qué tardaba tanto en volver y al vernos, se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta.
-Anda, mirad a los enfadados...
Las cabezas de nuestros amigos asomaron por la puerta y rieron.
-Si esto ya se veía venir.
-Pues sí. Yo creo que enfadarse les da morbo.
-Totalmente de acuerdo contigo, Louis.
-Volvamos al salón, dejémosles.-dijo Zayn.
Una vez que nos quedamos solos, nos miramos.
-¿Reconciliación?-dijo ella.
Y ambos sonreímos a la vez.


¡Eh, soy Cris otra vez! Sé que este capítulo es más cortito que a los que estamos normalmente acostumbradas, pero es que ya empecé el instituto y ahora tengo muchas más cosas que hacer. Sobre esto quería hablar. Estoy en 2 de bachillerato y este año tengo que estudiar en serio, así que esto me dejará poco tiempo para escribir, pero seguiré escribiendo. Quizá tarde dos semanas en vez de una o los capítulos sean algo más cortos como este, pero la novela seguirá, ¿vale? Me es totalmente imposible dejarla. Así que os doy las gracias ya por adelantado (:
@Cris_Jbieber