martes, 14 de enero de 2014

Segunda temporada.

¡Hola, youngers!
Madre mía, cuánto tiempo sin escribir aquí, jajaja.
Bueno, no tenía pensando escribir más Forever Young por diversas razones, entre ellas falta de tiempo e inspiración... Pero habéis sido tan, tan, pero tan insistentes con que la novela volviera (que yo no digo que ser insistente esté mal, al contrario. Hay que luchar por lo que uno quiere, así que estupendo :D) que no puedo ser tan malvada de deciros que se acaba, en parte porque yo también tengo ganas de que continúe.
Así que bueno ¡sorpresa!. Aquí aparezco yo con una segunda temporada (que no creo que pueda superar en calidad a la primera, pero eh, hay que intentarlo) Bueno, quiero decir que tengo una parte escrita del siguiente capítulo, pero que aún me queda un poco para acabarlo y ahora estoy con exámenes en la universidad. Lo acabaré y lo subiré entre esta semana y la siguiente, ¿vale? :) Y sino me petáis el Twitter recordándomelo, que también tengo una mala cabeza que madre mía... También decir que al estar en la uni, tendré menos tiempo, pero que bueno, que escribiré cuando pueda (y sino lo dicho, a petarme el Twitter, que es gratis)
Quería agradeceros a todos el apoyo que me habéis dado, algunos desde siempre, otros desde ahora, pero todos me habéis apoyado y no os ha importado esperar y mandarme mensaje tras mensaje para convencerme de que siquiera escribiendo. Porque habéis sido vosotros, y nadie más, quién me ha convencido. Y doy gracias porque lo hayáis hecho, porque echaba de menos de una manera terrible esta novela, así que, ¿nos ponemos con la segunda temporada? :)
Gracias a cada uno de vosotros por cada mensaje/comentario. Que pensáis que no os recuerdo o que no recuerdo vuestros mensajes y eso no es cierto, me acuerdo de cada uno de vosotros y de todos vuestros mensajes.
Aquí os dejo mi Twitter (por si queréis seguirme, ya sabéis o petarmelo. Esta permitido jajajaja) y mi Ask para cualquier pregunta que queráis hacerme:
@Cris_Jbieber
http://ask.fm/CrisBieberHoranStyles
Y una cosa más, ¿y si me echáis una mano? ¿Y si me dijérais qué os gustara que pasara o qué creéis que podría pasar? Quizá podríais acertar y así echarme un cable. O quizá ayudarme en algo y os reconocería la ayuda de alguna manera. Esto, claro, es opcional. Lo digo por si os gustaría ser una parte de Forever Young, es una buena manera :)
Gracias de nuevo a todos, y un beso muy grande.

lunes, 19 de agosto de 2013

Help.

Necesito ayuda, youngers.
Este blog me ha copiado, llamándo "youngers" a sus inexistentes lectoras y copiando el primer capítulo de Forever Young.
loveyouforeveryoung.blogspot.com
Os pido por favor que me ayudéis y la denuncéis.
Es un plagio que no podemos permitir. Di sí a la originalidad, no al plagio.
La chica también tiene Tuenti Whithe Slight.
Gracias de todo corazón y siento la tardanza por subir capítulo, en unos días estará (sino me lo copian, claro)
Cris.

lunes, 8 de julio de 2013

Capítulo 43.

-¿Has venido sola?
-Sí. Yo sola.
-¿Saben que estás aquí?
-Sí, creo.
-¿Por qué lo has hecho?
-Quería veros.
Liam tosió y juraría que entre tos y tos, se coló un "Verte" por ahí.
-¿Estás loca?
-Pero creí que eso ya lo sabías.
Se rió y volvió a abrazarme.
-¿Nos vamos, nos quedamos, os dejamos solos...?-dijo Zayn.
-Ah, no, yo quiero estar con todos-dije.
-¡Pues no se hable más, ale!-dijo Louis, tan cabra como siempre, abrazándonos a los dos.
-Lou, nos aplastas.
-Ah, la emoción del reencuentro puede conmigo.
Nos reímos todos de eso.
Después de que se hubieran cambiado y tal, nos dirigimos al coche pensando qué podríamos hacer luego.
No terminaba de habituarme a la cantidad de chicas que rodeaban a Harry. Eran fans, sí, pero aún así no era algo a lo que una pudiera costumbrarse así como así.
Montamos en el coche, con Paul al volante, cómo no y salimos del recinto, comentando mil y unas cosas que no nos habíamos dicho por su ausencia.
-Para aquí, Paul-dijo Harry.
-Pero Harry...
-Para, Paul, por favor.
Este, aún confundido, lo hizo.
Harry abrió la puerta, se bajó y me tendió la mano.
-¿Vienes conmigo?
Le sonreí.
-Hasta el fin del mundo.
Cogí la mano que me tendía y me bajé del coche.
Harry cerró la puerta a mi espalda.
-Nos vemos luego.
Los chicos se despidieron por la ventanilla y el coche arrancó, perdiéndose rápidamente en la lejanía.
La mano de Harry aferró la mía.
-¿A qué ha venido eso?-pregunté.
-Quería estar contigo y solo contigo.
Le sonreí intensamente antes de besarle.
-Para eso vine-le contesté, al separarnos.
Le dejé que me guiara por las calles de aquella ciudad que no conocía.
Las horas pasaban, las sonrisas se apagaban... Pero la mano de Harry no soltaba la mía.
Cuánto había deseado esto.
Me fijé entonces en que Harry parecía tener algo escrito en la muñeca y le levanté la manga para verlo.
Cuán sorpresa me llevé al ver que era un tatuaje, el cual decía "I can´t change".
-Harry, ¿y esto?
-Bueno, tú te hiciste cierto tatuaje por mí y yo quise hacerlo igual. Para recordarme algo que tú siempre me dices, ¿lo recuerdas?
-No puedes cambiar.
-Exacto.
Me quedé alucinada pensando en el impacto que esas palabras habían tenido para él. Tanto le habían impactado que... Se las había tatuado. Nunca pensé que eso podría llegar a suceder.
Harry miró el móvil mientras yo cavilaba sobre eso.
-¿Quieres volver con los demás ya o quieres que me queda más rato solo contigo?
-¿Sonaría demasiado egoísta si dijera lo segundo?
Él se rió.
-Oh, sí, mucho.
-Entonces lo digo.
-Jajaja anda, vamos.
-¿Adónde hay que ir? Ya hemos andado mucho.
-Ya decía yo que estar sin oír continuamente tus quejas no era vida.
-Oh, cállate, andaré.
-Iremos en taxi.
Me le quedé mirando mal.
-¿Sabes? Echaba mucho de menos que me sacaras de mis casillas, de verdad.
-Sí, yo también.
-En serio, si no me picas de vez en cuando no eres feliz.
-Cómo me conoces.
Mientras se rió, paró un taxi y los dos nos subimos.
Le indicó la calle al taxista y este arrancó, aunque no hacía más que mirar por el retrovisor, hasta que llegamos a nuestro destino y le pidió a Harry un autógrafo para su hija.
-¿Este es tu hotel?-pregunté, impresionada.
Desde luego, era como los que salían en todas las películas americanas.
-Ajá, y el tuyo también. Y si quieres una casa así, la tendrás.
-No creo que me haga falta tanto, casa para mí será cualquier sitio donde estés tú.
Me besó en la mejilla antes de guiarme al interior, el cual no me defraudó. Desde luego, podía decirse que estaba en Estados Unidos.
Se dirigió al restaurante del hotel.
-Si cenamos todos aquí será más íntimo.
-¿Acaso me has oído quejarme?-protesté.
-Por si acaso.
Divisamos a nuestros amigos en una mesa al fondo y nos dirigimos allí.
Cenamos mientras les conté lo que había sucedido durante su ausencia, cada cosa que habíamos hecho o la que habíamos dicho.
Bostecé repetidas veces durante la narración.
-Estás cansada-dijo Niall.
-Qué va.
-Ha sido un viaje largo-observó Liam.
-Que no.
-Pero miras que eres cabezota, eso no ha cambiado-dijo Zayn.
-Y tú sigues igual de presumido-dije, echándole las manos al pelo, pero él me lo impidió y todos nos reímos.
-Anda, vamos, te subiré a la habitación-dijo Harry, cogiéndome de los hombros.
-Mm, no, quiero quedarme.
-Mañana tienes tiempo, vamos.
-Está bien. Adiós, chicos.
-¡Adiós!
Dejé que Harry me llevara pues en verdad tras el viaje, el concierto y la caminata estaba bastante cansada.
-Comparto el cuarto con Liam, pero no creo que le importe que duermas conmigo.
-Eso si no hacemos ruido.
Harry se rió.
Acurrucada a su lado en la cama, veía el mundo de diferente manera.
Ya podía pasar cualquier cosa que yo seguiría allí, en ellos, agusto, tranquila, a salvo.
-Ni por un momento se me pasó por la cabeza que estuvieras tan loca como para atravesar todo el mar para venir a verme-me susurró.
-Pues ya ves, te sorprendí.
-Y tanto. 
-No aguantaba tanto tiempo sin ti.
-La navidad está a la vuelta de la esquina.
-Me da igual, yo ya tengo mi regalo-dije, abrazándolo.
Él suspiró.
-Hiciste bien viniendo aquí. Un día más sin ti y creo que me hubiera vuelto loco.
-Oh, vamos, no digas tonterías. Te he visto muy bien.
-Eso es porque mi físico es impecable.
-Tu ego tampoco ha cambiado, eh.
-Y tu tono de listilla tampoco.
-¡Será posible!
Intenté pegarle y él se revolvió para que no lo hiciera, riéndose y me agarró hasta que paré.
-Duerme, gatita. Cuando abras los ojos de nuevo, estaré aquí. Como siempre.
Y con esas palabras, me dormí, aunque me dio la sensación de no haber dormido nada, puesto que Harry me despertó revolviéndome.
-Arriba, Bella Durmiente. Tenemos que irnos.
-¿Irnos? ¿Adónde?
-¿Pensabas que nos quedaríamos aquí para siempre? Nos vamos a Nueva York, nena.
-¿Y no puedo ir en sueños? Estoy cansada.
-Ah, de eso nada, o te levantas o te dejo aquí.
-No eres capaz.
-Cierto, pero yo que tú no me pondría a prueba.
Refunfuñando, me levanté.
Una hora después ya estábamos en la carretera, con Paul al volante y sus míticas charlas filosóficas.
Alucinante.
Niall cantaba felizmente con una bolsa de patatas.
Cómo podía ser tan feliz una persona con comida, de verdad. Siempre me preguntaría eso.
Quise dormirme un rato durante el viaje, pero cada vez que cerraba los ojos, Lou se ponía a gritar o a zarandear mi asiento para evitarlo.
-Lou, quiero dormir.
-¡Haber dormido por la noche!
-Pero si lo hice...
-¡Y voy yo y me lo creo!
-Tengo a Liam de testigo.
-Ya, pero de él no me fío, no es un testigo válido, seguro que le has sobornado.
-Sí, con un disfraz de Batman. Pero qué te crees, Lou, de verdad.
Fuimos cantando las canciones que se nos ocurrían hasta que llegamos allí. Me quedé embobada mirando por la ventanilla. Era como estar dentro de una película.
Nueva York, toda una cumbre cinematográfica.
-Me parece íncreible que yo esté aquí.
Todos se rieron viendo mi cara de impresión.
A ver, nunca imaginé que pisaría esas tierras.
Paul dejó a los chicos en el hotel pero a mí no me dejó bajar del coche.
-Quiero que vengas conmigo a algo.
Miré a Harry.
-Tranquila, mujer, si quiere secuestrarte, tengo dinero para pagar el rescate.
-Qué gracioso eres, Harry.
Con su risa en mis oídos, Paul arrancó.
No tardamos en llegar al aeropuerto.
¿Qué pasaba? ¿Querían que me fuera?
-Vamos, baja. ¿A qué esperas?
No entendía nada.
¿Por eso Harry se reía? ¿Por qué me iba? 
Seguí a Paul, tratando de armar ese puzzle, pero este se armó solo cuando oí una voz que me llamaba, muy conocida por mí.
Había venido a buscarme.




lunes, 1 de julio de 2013

...

Gracias a toda la gente que me comenta y me sigue dando ánimos, quiero decir que estoy escribiendo el capítulo, que no os voy a abandonar, que aún queda Forever Young para rato y sé que amaréis esta segunda temporada porque tiene todo lo que tenía la primera.
Con un 43% del capítulo escrito, aseguro que estará dentro de unos días y que el próximo no tardará en llegar, puedo asegurar que Harry oculta algo, que habrá nuevos amores y reencuentros de viejos "amigos" y que nada es lo que parece.
Muchas gracias por todo y por esas 71.000 visitas. Jamás pensé que llegaría a tanto.
Cualquier cosa, decidme por Twitter @Cris_Jbieber, donde iré avisando cosas del capítulo o en mi ask CrisBieberHoranStyles.
Gracias, de nuevo.

domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 42


Hacía semanas ya que los chicos se habían marchado.
Semanas, desde que Harry se fue y se llevó mi mundo con él.
No sé a ciencia cierta cómo he podido sobrevivir hasta ahora.
Desde luego, no ha sido nada fácil y continúa no siéndolo.
No podía con ese vacío que Harry había dejado en mi vida. No había abandonado esta, pero estaba lejos, muy lejos y nada podía hacer que le sintiera cercano.
Sé que su intención había sido buena, pero llevarme a París para acostumbrarme a su presencia, tras perderlo por un tiempo, no era la mejor manera de prepararme para lo que se me venía encima.
Harry y sus sorpresas llenas de buena intención que siempre acababan conmigo al borde de una depresión. Qué cómico.
He estado todos los días en su casa, podría decirse que he hecho mi vida allí. Duermo, como y vivo allí. Sí, incluso cocino. Mucho tiempo libre y las palabras de Harry diciendo que podríamos irnos a vivir juntos me llevó a ponerme a sacar la cocinera oculta que debía de llevar dentro (sigue oculta, puedo asegurároslo) y bueno, no soy excelente, pero puedo hacer algo comestible. Para ser yo, ya es mucho.
Necesitaba mantenerme ocupada, así que me decicí y quise sacarme el carnet de conducir. Odiaba tener que depender de la gente para que me llevasen a todas partes, aunque no tenía coche propio, pero ya podría usar uno, que era más que nada.
Pero las clases de baile y el carnet no me mantenían tan ocupada como esperaba y necesitaba más cosas que me ayudaran a no pensar, básicamente en Harry, pero para que no me doliera su no presencia física. No porque quisiera olvidarlo.
Mis amigas ayudaban bastante.
Bego y Marta por supuesto que también echaban mucho de menos a Louis y Liam, pero no eran como yo, no habían pasado por lo mismo que nosotros y, por tanto, su relación era diferente.
Para ellas, hablar por teléfono con los chicos les bastaba de momento, a mí, oír la voz de Harry sin verlo, me encogía el corazón, pues me hacía extrañarlo aún más. Harry pronto se enteró de esto (no sé cómo narices se enteraba de todo) y me sorprendió haciéndome una llamada por Skype.
Bueno, no era lo mismo que tenerle a mi lado, pero al menos, le veía.
Recuerdo la primera llamada (porque a esa, le siguieron muchas)
-¿Harry? ¿Estás ahí? ¿Qué haces ahí metido? ¡Espera, te sacaré!
Él se rió.
-Estás loca.
-Sólo te echo demasiado de menos.
Se sorprendió mucho cuando le dije que estaba aprendiendo a conducir (aunque se sorprendió más cuando le dije que estaba aprendiendo a cocinar)
Me hacía llamadas cuando podía, pero para mí nunca eran suficientes.
Lo necesitaba a mi lado, ya no por nada en especial, sino para mantenerme yo con los pies en la tierra. Él siempre había sido quién me había sujetado el mundo y ahora, no había quién lo hiciera. Era mi principal consejero y defensor, mi punto de apoyo, el pilar fundamental de mi vida y ahora, debía aprender a sostenerme sin él.
Y supongo que tanto él como yo sabíamos que no iba a ser capaz de aprenderlo. Podía fingir que lo había hecho, pero nunca podría llevarlo a la práctica. Nunca podría sostenerme sin él.
Estaba muy susceptible y a la mínima me enfadaba. Aparte, me sentía vulnerable. Y odiaba con todas mis fuerzas sentirme así.
Cuando no estaba bailando o con el coche, quedaba con Marta, Bego y Sigrid y hacíamos cualquier cosa con tal de mantenerme ocupada. Una vez se vino Amber, pero le dijimos que era una reunión de novias que sufrían por la marcha de sus novios y que ella tenía ahí a Jey, a lo que nos respondió, muy chula ella, señalando a Sigrid.
-¿Y ella qué, eh?
Era verdad.
Se iba a formar una guerra cuando Jey la llamó y ella se fue corriendo.
Salvados por el hermano de Marta, uff.
Sorprendente fue el día en que Dean se presentó en la academia.
-¡Qué sorpresa verte! ¿Por qué siempre apareces cuando Harry no está?
-No lo sé, quizá para que vuelva a sospechar otra vez. Fue divertido.
Le di una colleja y nos reímos.
Pasamos todo ese día juntos y le estuve contando todo lo que se había perdido durante su ausencia.
-Así que Harry se ha ido. ¿Me necesitas otra vez?
-Si estás por aquí cerca...
-Pero si hablas con él, dile que soy yo, no vaya a ser que vuelva a venir de improvisto y me mate antes de preguntar.
-Oh, no le veo capaz de hacer eso.
Enarcó una ceja.
-Oh, sí, vale. Es capaz.
Poco después de que me instalara en casa de los chicos, Bego y Marta decidieron hacer igual.Sigrid se venía ciertos días.
A mí no me pareció del todo bien. Quería estar a solas con mis recuerdos y veía a mis amigas como una amenaza para ello. ¿Qué tenía de malo si quería encerrarme en mí misma esperando el regreso de Harry? Eso sólo me concernía a mí.
Pero no, ellas no estaban dispuestas a dejarme y eso, por una parte, las honraba.
"-Harry... Ya no aguanto más. Lo intento, de verdad lo intento, pero no puedo más.
-Espera un poco más.
-Pides demasiado.
-Hazlo por mí."
No podía.
Veía su cara en la gente que pasaba a mi lado en la calle, en farolas y papeleras, y ya no sabía qué hacer.
Londres sin Harry no era Londres.
Puede que esa fuera mi casa, mi hogar, pero sin él, no era nada, no era mi sitio. Me sentía totalmente desconectada con todo. Mi sitio estaba con él y dónde él estuviera, mi sitio sería.
Me sentía sola, aún en compañía.
Y mis intentos por conectarme al mundo no me hacían sentir mucho mejor.
"Fingir" Esa era la clave.
¿Así se sintió él cuando yo me fui de gira con Justin? ¿Era así también? Y si así era, ¿cómo aguantó? Ah, sí, Carly.
No había vuelto a verla desde Halloween y a Dios gracias.
Finalmente, un día me decidí y no aguanté más.
Cogí el móvil.
-¿Si?
-Necesito tu ayuda.
[...]
No iba a necesitar maleta, pensaba volverme pronto.
Sólo quería sorprenderlo.
¿No era lo que él siempre hacía?
Avisé en una nota de mis intenciones (explicarlo directamente quizá me hubiera llevado demasiado) me colgué mi mochila al hombro, tomé mi bolso con lo indispensable y cogí un taxi hasta el aeropuerto.
Me esperaban unas cuantas horitas metida dentro del avión. Lo único bueno es que no tenía que hacer transbordo. Al salir desde Londres, llegaría directa.
Esperé pacientemente sentada antes de embarcar.
Tengo que decir, respecto a eso, que cuando fui a París con Harry, la última vez que estuve en un aeropuerto, fue mucho mejor.
Resignada, pensando que dentro de poco le vería (¿qué cara pondría al verme? Quizá debiera grabarla) saqué mi libro de "Los Juegos del Hambre" y me dispuse a leer antes de montar en el avión.
Cuando una voz me avisó de que ya podía embarcar, yo estaba dibujando sinsajos en un cuaderno que me traje (por si se me ocurrían cosas o algo, una nunca sabe)
Por fortuna, esta vez no me tocó sentarme al lado de nadie raro, ni ningún calvo, armario empotrado, niño pequeño ni nada, sino al lado de, lo que parecía, una pareja joven americana que volvía de un viaje a Londres.
Pues mejor, así no me daban problemas.
Durante el vuelo, estuve leyendo, escuché música y escribí posibles canciones en mi cuaderno (mientras los muy cotillos de al lado intentaban espiarme mi cuaderno) ¿Quién sabe? Quizá alguna estrofa o algo pudiera servirles a los chicos para algo.
Cuando las piernas me empezaron a doler de tenerlas en la misma posición (recordemos que era un vuelo largo) pasé por encima de la parejita feliz y andé por el avión, pensando.
Quizá debiera de haberle dicho algo a mis amigas, si querrían haberse venido o algo así. Hubiera sido lo suyo que se lo hubiera dicho, pero... Quería sorprender a Harry. Y además, la idea había sido mía.
Sonaría egoísta, pero... Por amor, quién no lo era.
Volví a sentarme y seguí dibujando sinsajos, perfeccionando mi técnica (cada vez me salían mejor, todo hay que decirlo), hasta que la mujer me habló con un fuerte acento, quizá de Texas (quién sabe, ya sabéis que yo muy fina de oído no estaba) y, como la entendía a medias, le dije que si quería un dibujo, y, como dijo algo parecido a un "Yes", le di uno y tan feliz.
Con qué poco se conformaba la gente a veces.
Miré el reloj.
Buah, aún quedaba para llegar, pero llegaría a tiempo.
Lo habíamos maquinado todo a la perfección.
Sólo esperaba que no se fuera de la lengua y hablara, porque fastidiría la sorpresa.
Leí otro rato, hablé con la pareja feliz, que me preguntaban por qué iba a Estados Unidos (se ve que no me conocían. Mejor) así que les dije que iba a ver a mi novio, y la chica se puso a llorar diciendo lo bonito que era eso.
Yo le di un pañuelo, porque apunto estuvo de secarse con el dibujo que le hice.
Tras mucho esperar, aterrizamos.
Bueno, al fin estaba en Estados Unidos.
Un sueño hecho realidad.
Vi a Paul esperándome fuera.
-¡Paul! ¡Cuánto tiempo!
Empezó a soltarme un rollo impresionante sobre lo sorprendete que era la vida.
-Bueno, sí, Paul, yo también echaba de menos nuestras charlas filósoficas pero o nos vamos ya, o no llegamos.
Nos subimos en un coche, él al volante, por supuesto y siguió con su charla.
-¿Pero has venido sola?
Miré el reloj.
Había tardado 20 minutos en darse cuenta.
-Sí, claro. ¿O viste a alguien más conmigo?
-¿Y las chicas? Creí que también venían.
-No, sólo yo.
-Interesante.
-Sin duda.
Miré por la ventanilla lo que duró el trayecto.
Todo era igual que como me había imaginado, las calles, las tiendas, los semáforos... Todo.
Tendría que venir aquí y pasar más tiempo. Pero en otra ocasión, ahora no venía en calidad de turista, venía a ver a Harry.
Llegamos al recinto donde tendría lugar el concierto.
-Paul, ni una palabra a Harry de que estoy aquí, ¿me entiendes?
-No diré nada.
-Pero avisa de que estoy.
-Claro, como dijimos.
Me quedé por allí esperando, rezando porque Harry no apareciera y escuchando las voces, no muy lejanas, de las directioners que accedían al recinto.
Buff, había llegado a tiempo.
-¡Aquí estás!
Solté el bolso y este cayó al suelo cuando oí la voz.
Me giré.
-¡Niall!
Corrí hacia él y le abracé.
Al igual que a Harry, le había echado muchísimo de menos.
-Así que al final has venido.
-¡Claro que sí! Te dije que lo haría.
-¿Y los deberes?
-Eso ya no tanto...
Se rió.
-Me alegro mucho de verte.
-Yo también. Londres está vacía sin vosotros. Me mata estar allí.
Me pasó un brazo por los hombros y me atrajo hacia él.
-Ah, no pienses en eso, ahora estás aquí.
Sonreí.
-Sí, tienes razón.
-Y cuéntame, ya que no te has traído a las niñas. ¿Qué tal están?
-Oh, bien, bien. Bego y Marta lo llevan muy bien.
-¿Y Sigrid?
-¿Y Sigrid, qué?
-¿No me dices qué tal está?
-¡Ah, sí, claro! Perdón, no sé dónde tengo la cabeza... Está bien, también. Quedamos mucho con ella.
-¿Habláis en español?
-Sí.
-¿Y en irlandés?
-Ella no sabe.
-Habrá que remediar eso.
-¿Una nueva alumna en tu clase?
-Es posible.
Nos reímos los dos.
-Será mejor que me vaya yendo. No queda mucho para que esto empiece y se preguntarán dónde estoy. Mejor no arriesgarnos a que Harry me busque.
-Vale, ¿y yo qué hago?
-Tienes que ir a la cabina de sonido e iluminación.
-¿Me dejarán estar allí? ¿Sabrán quién soy?
-Yo ya les he avisado, pero sí, de todas maneras, sabén quién eres, Harry no para de hablar de ti.
-Vale, sólo dime cómo llegar.
-Tienes que ir todo recto por este pasillo, después verás tres puertas, vas por la de la derecha, sigues recto, tuerces a la izquierda, sales por...
-Espera, tengo aquí un cuaderno, me voy a hacer un mapa.
Me lo repitió, lo dibujé, le despedí de un beso en la mejilla y él desapareció por un pasillo y yo por otro.
Me perdí un par de veces, pero al final conseguí llegar, saludé a la gente que allí había y me puse en un sitio donde no molestaría.
Era un buen sitio este, se veía toda la vista, el escenario de frente y las gradas.
Me sonó el teléfono.
-Cris, ¿dónde estás? ¡En tu casa no hay nadie y en la de los chicos tampoco!
Ups, me olvidé de avisar a las chicas de que me venía.
-Bego, tranquílizate. Estoy en Estados Unidos y...
-¡¿Qué haces ahí?!
-Vine a ver a los chicos.
-A Harry, quieres decir.
No la respondí.
-Mira, te cuelgo, esta llamada cuesta mucho dinero, estoy bien, no os preocupéis, acabo de estar con Niall, ahora estoy en un concierto de ellos, luego veré a Harry y estaré allí pronto.
-Pero...
La colgué.
Quién sabe qué me aguardaría al volver a casa, ains.
Estuve leyendo algunas pancartas y riéndome por estas, hasta que empezó y los chicos salieron al escenario.
Ahí estaban Liam, Louis, Niall, Zayn y Harry.
Al fin estaba ahí.
Estuve bailoteando y cantando, para divertimento de los de sonido, hasta que acabó, me despedí, saqué el mapa y volví sobre los pasos que había hecho antes.
Niall estaba esperándome en el mismo sitio.
-Habéis estando espectaculares.
Él se rió.
-Siempre es mejor cuando lo dices tú. Ven, vamos. ¿Con ganas?
-No sabes cuántas.
Le seguí hasta el camerino.
Él entró primero.
-Eh, Harry.
-¿Mm?
Su voz.
-Hay alguien que quiere verte.
Abrió la puerta del todo y allí estaba yo.
-Hola.-dije.
Tardó unos segundos en procesarlo.
Los segundos que tardé yo en recorrer la distancia que nos separaba y abrazarlo.
Él estaba que no se recuperaba de la sorpresa.
Jamás pensó que yo pudiera presentarme allí, daba por sentado que estaba demasiado lejos y yo que no me atrevería.
Me subestimó.
-¿Qué... Qué haces aquí?
-¡Sorpresa!
¿Era sorpresa lo que leeía en su rostro... O era otra cosa? Fuera lo que fuera, muy pronto iba a descubrirlo. Y puede que no me gustara lo que averiguara.


Bueno, aquí estoy de nuevo, con la segunda temporada de Forever Young. Gracias por haber esperado tanto y tan pacientemente. Sé que el capítulo es corto, los siguientes serán más largos, este es sólo el principio de esta segunda temporada.
Como os prometí, volví nada más acabar mis estudios y eso he hecho. Nada más graduarme en 2º de bach, aquí me tenéis.
Gracias.
@Cris_Jbieber

lunes, 8 de abril de 2013

Un año.

Hoy, Forever Young hace un año.
Hace exactamente un año, un día como hoy, subí el primer capítulo de una novela que yo esperaba que tuviera alrededor de 15 capítulos de vida sin saber que llegaría a ser lo que es hoy. La cosa de la que más orgullosa estoy.
Todo esto ha sido gracias a vosotras, que me leéis. Sin vosotras, esto no hubiera sido posible.
Vosotras sois Forever Young.
Y ahora, debo pediros perdón porque sé que me estoy retrasando a la hora de subir.
Escribir Forever Young no es fácil, nunca lo ha sido, me lleva mucho tiempo. Si me lleva tanto tiempo es porque quiero que cada capítulo sea perfecto para vosotras.
He escrito cuando he podido y sacando tiempo de dónde no lo he tenido, pero ahora me resulta del todo imposible. Necesito ese tiempo para selectividad. Sé que lo comprenderéis. No pienso abandonar la novela, aún hay mucho que daros antes de que acabe. Sólo voy a pararla durante un tiempo. Unas semanas más, como mucho. Será como si tuviera una segunda temporada, como hacen otras chicas. Cuando todo esto acabe, Forever Young volverá. Y si miento, que me muera ahora mismo.
Gracias por todo.
@Cris_Jbieber

sábado, 9 de marzo de 2013

Capítulo 41


Todos se miraban entre ellos, pero nadie decía nada.
Bueno, Sigrid no sabía adónde mirar y no la culpo.
-¿Alguien nos va a decir qué pasa?-dije, enarcando una ceja.
Al fin Bego tomó la palabra, ya que nadie tenía intención de tomar la determinación.
-Isa se va de vuelta con el tío Ralph.
Al principio, Harry y yo no reaccionamos.
Luego, él fue el primero en decir "Oh", pero yo tardé un poco más.
-¿Qué? ¿Y eso por qué?
-¿Y eso qué más da?-dijo Isa-El caso es que voy a tener que dejaros.
Le tendí mi móvil.
-Ahora mismo llamas al tío Ralph y le dices que no puedes irte, que eres nuestra. O no, espera, díme el número, se lo diré yo.
Nos reímos.
-Será en vano, ya tengo las cosas preparadas.
-¿Cuándo te vas?
-Mañana.
-¿Y no hay nada que podamos hacer para impedirlo?
-Secuestrarla-sugirió Zayn.
-No, nada.
-Bueno... Si no hay otra opción... Te echaremos de menos, ¿lo sabes, no?
Nos reunimos todos en torno a Isa y le dimos un fuerte abrazo.
Sigrid no lo hizo, pero lo comprendimos.
-Estaremos en contacto, ya Bego me contará todas las cosas que hagáis.
-¡Claro!
-¡QUÉ NO PARE LA FIESTA, DON´T STOP THE PARTY!-dijo entonces Louis, y seguimos con la "fiesta". Bueno, llámalo x.
-Muy bonito el detalle de la pantarca-dije, señalando con la cabeza la pancarta.
Ponía "Forever Young, forever Carry".
-¿A quién se le ocurrió esa frase?-pregunté, intrigada.
-A Niall-dijo Marta.
-¿De verdad? Es... Me encanta.
En ese momento, Bego apareció junto con Nerea.
-Hemos tardado más porque sacamos a pasear a Pepa y llevamos a tu hermana a casa-le dijo a Sigrid.
-Ah, menos mal. Me tenías preocupado.-dijo Louis.
-OHHH, QUÉ BONITO. LOUIS PREOCUPADO POR BEGO.-dije yo.
Louis me cogió y empezamos a hacer el tonto.
Echaba mucho de menos aquella relación de hermanos que llevábamos.
Nerea, nada más entrar por la puerta, se había tirado encima de Harry.
Se ve que, de seguir enfadada, sólo era conmigo.
Pero no, una vez que Louis y yo dejamos de hacer el tonto, me acerqué a ella.
-Hola, Cris.-me dijo.
-Ey, guapa. Toma-dije, tendiéndole algo-Que sepas que no me olvidé de ti allí.
-Sí, bueno, si no llega a ser porque ¡AH!
Le di una patada a Harry para silenciarle.
Ella miró la foto.
-¡WOW! ¡ME ENCANTA!
-La eligió Harry.
-¡GRACIAS HARRY!
En realidad, era la foto que yo le saqué a la Torre Eiffel.
La fiesta se prolongó un rato más pero no mucho, Louis, Zayn y Liam fueron a acompañar a Bego,Marta, Nerea, Isa y Sigrid y yo cogí mis cosas para ir a casa.
Mis padres ya sabían que había vuelto, pues les había llamado nada más aterrizar.
-¿Vendrás esta noche?-me preguntó Harry.
-¿No estás un poco cansado de mí?-pregunté.
-Yo nunca podré estar cansado de ti.
-Anda, embustero.
-¡No miento!
Reí.
-Está bien, vendré en un rato.
Nada más entrar en mi casa, mi madre corrió a abrazarme y no me soltó en un rato, en el que intenté no gruñir demasiado.
Ella me atacó a preguntas sobre qué habíamos hecho, si me lo había pasado bien, si había sido buena, si Harry me había tratado bien... Lo normal, vamos.
Le respondí a todo como buenamente pude (aunque omití ciertos detalles que juzgé que era mejor guardármelos para mí).
-¿Y la abuela?
-Oh, ya se volvió de vuelta a España.
-Una lástima, me hubiera gustado despedirme de ella.
Subí mi maleta a la habitación, saqué la ropa, eché a lavar la que estaba sucia y coloqué los zapatos y las otras cosas, después guardé la maleta bajo la cama, cogí mi bolso, guardé un par de cosas, me puse el pijama y bajé.
-¿Adónde vas?-me preguntó mi padre, visiblemente interesado.
-A dormir con los chicos, ¿por?
-Pero, ¿no acabas de llegar y ya te vas otra vez?
-No lo entiendo, antes me decíais que no salía apenas y ahora que no entro. No tenéis término medio.
-Está bien, ve, pero vuelve para desayunar.
-Como quieras.
Niall me abrió la puerta.
-¿Y vas así por la calle?-dijo, rompiendo a reír.
-¿Qué? Nadie me vio.
Harry estaba en el salón, sentado en el sillón.
Me senté a su lado, apoyé la cabeza en su hombro y dejé que me rodeara mis hombros con un brazo.
-Y bueno, ¿qué tal París? Venga, contádme.-preguntó Niall.
Estuvimos contándole sobre lo sucedido en París hasta que vinieron los demás, entonces emprendimos de nuevo el relato.
-¿Y vosotros? ¿Qué tal en nuestra ausencia?-pregunté, interesada.
-Oh, bien, bien...
-Algunos mejor que otros-dijo Zayn, mirando a Louis y a Liam.
Todos, menos Harry y yo, se echaron a reír.
-¿Qué? ¿Por qué? ¡CONTADNOS!
-Nada, nada, hay cosas que es mejor no saber.
Tras eso, cambiamos de tema.
-¿Qué os parece lo de Isa?-preguntó Niall.
-Puff... Pues no sé, ya nos habíamos acostumbrado a vivir con ella.
-Sí, pero no se muere, seguiremos en contacto con ella.
-Por supuesto.
-¿Y Sigrid, la nueva? ¿Qué tal?-pregunté.
-A mí me recuerda a ti-dijo Louis.
-¿Y eso quiere decir qué?
Él se rió.
-Ah, no Lou, ahora hablas...
-No, nada, sólo espero que tu historia no se repita.
-¿Mi historia? ¿Qué historia?
-Oh, vamos. Sabes lo que quiero decir. Estás loca y, en el tiempo que llevas aquí, has hecho un montón de locuras.
-Ponme un ejemplo de una de ellas.
-Allison. Carly. Son dos claros ejemplos.
-Ah, ya entiendo. No quieres que se pelee con nadie.
Nos reímos.
Decidimos irnos a acostar, pues estábamos cansados.
A la mañana siguiente, desperté antes que Harry, cogí un papel y le escribí.
"He ido a casa a desayunar y después iré a correr un rato, sino, perderé la costumbre.
No olvides que te quiero, esa costumbre es imposible perderla".

Fui a casa y desayuné con mis padres, que me prestaban especial atención mientras me decían lo mcuho que me habían echado de menos.
No podía culparlos, soy hija única y nunca hemos pasado mucho tiempo separados, si viajábamos, solíamos hacerlo en familia.
Tras eso, subí, me cambié de ropa por algo más cómodo, cogí música y me fui a correr.
Era una mañana bastante fría, pero entré rápido en calor.
Decidí pasar por el mítico parque en el que tantas cosas había vivido y miré el banco de Niall y mío.
Había debido de llover por la noche, porque todo estaba mojado (incluido el banco) y el ambiente olía a lluvia.
Mientras corría y sorteaba los charcos, me puse a pensar en Isa.
Jo, la echaríamos de menos.
Después, hice un repaso a el viaje a París junto a Harry.
¿Quién me iba a decir a mí antes de venirme a Londres que perdería la cabeza así por un chico? Y no un chico cualquiera, sino uno famoso que tocaba en una banda.
Era demasiado para alguien como yo.
Cosas de este tipo pasan en películas, en cuentos, en series o en novelas de niñas que escriben sobre sus ídolos, pero no en la vida real, no a mí.
Después de un buen rato corriendo, entré a un Starbucks, me compré un chocolate caliente y ande otro rato.
Me gustaba este tiempo y este olor a humedad, así que no me apetecía volver a casa.
Pero un coche decidió aguarme la fiesta (nunca mejor dicho) y pasó a toda velocidad por un enorme charco de agua, cuya agua cayó sobre mí, empapándome.
Suspiré, intentando no estallar en insultos y emprendí el regreso a casa, cuando me topé con alguien mientras intentaba secarme con frustrantes resultados.
-Eh, pero si eres Sigrid. ¿Cómo tú por aquí?
-Vivo por aquí y he tenido que ir a hacer unos recados esto... ¿Qué te ha pasado?
-Casi me ahogo en un charco. Algo nada difícil por mi altura, ¿no crees?
Ambas nos reímos.
-Nah en verdad ha sido un coche, ya sabes. Estaba en el lugar menos apropiado en el momento menos adecuado.
-Ya veo.
-¿Por qué hablamos en inglés cuando podemos hablar español?
Volvímos a reírnos.
-Parece que echas de menos hablarlo.
-No sabes cuánto... Lo de ayer estuvo bien, ¿volverás a quedar más veces con nosotros?
-Oh, bueno... Si queréis que vaya...
-¡Claro que sí! Bueno, si tienes que hacer recados y eso te dejo, porque me voy a congelar. Dime tu número y te llamaremos.
Así lo hizo y nos despedimos.
Fui a casa, me duché y me cambié de ropa.
Volví a casa de los chicos, donde estaban todos desayunando.
-No me digáis que os habéis levantado ahora-dije.
-Ahora mismo, sí-dijo Louis, estirándose.
Harry me dio un beso en la mejilla, diciéndome, a su manera "buenos días".
-Me ha gustado tu nota-dijo, mientras me tiraba en el sillón del salón y ponía la tele.
-¿Nota? ¿Qué nota? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Qué? ¿Por qué?-dijeron los demás.
-¿Ah, si? Cuánto me alegro.-dije, cambiando de canal.
Estaba buscando un canal donde echaran algo que me gustara cuando Niall vino, me quitó el mando y apagó la tele.
-¡Eh!-protesté-¡Estaba viendo la televisión!
-Mentira, no la estabas viendo, estabas zapeando.
-Bueno, sí, vale, pero...
-¿Has hecho los deberes?
-¿Deberes? ¿Qué deberes? Oh, sí, ya...
Me acordé que me dijo que me había metido en la maleta los deberes de irlandés. Y aún seguían allí.
-Osea que no, ¿no?
-No...
Y me hizo ir a casa, coger los deberes y sentarme en la mesa del salón a hacerlos.
Niall podría parecer un amor, pero cuando se metía en su papel de profesor, era muy exigente y poco flexible.
-Me he encontrado con Sigrid esta mañana-dije.
-¿Ah, si?
-Sí, antes de que un coche pisara un charco y me empapara.
-JAJAJAJAJAJAJA.
Ese era Zayn.
-¿Y qué te dijo?
-Oh, nada, hablamos un poco, y luego le pedí el número. Me cae bien, deberíamos quedar con ella algún día.
-Claro que sí, pero tú haz los deberes.
-Jo.
-¿Cómo has podido dejar que pase esto, Harry? Te tenía por alguien responsable.
Todos nos reímos.
Bego y Marta vinieron un rato después y ayudaron a hacer la comida mientras Niall me corregía los deberes y me hacía repetir buena parte de los ejercicios.
-Has perdido facultades.
-He estado de vacaciones...-protesté.
-No es excusa.
Comimos todos juntos en armonía (aunque nos faltaba Isa) y después, por la tarde, Bego y yo nos marchamos a la academia, donde vimos a Jeydon, quien nos informó de que Amber no podría venir porque estaba enferma.
-Tío, últimamente estás desaparecido, ¿dónde te metes?
-Habló la que estuvo en París...
-Oh, cállate-dije, riendo-Desde que estás con Amber, apenas te vemos el pelo.
-Bueno-dijo él, despreocupadamente-Me mantiene ocupado. Y podría decir lo mismo de ti.
-Podrías, tienes razón.
Fue divertido volver a la rutina, es decir, a la academia. Ya echaba mucho de menos el bailar, era parte de mi vida. ¿Cómo pude haberlo dejado en todos aquellos años?
Al salir, Bego y yo nos llevamos una sorpresa al ver a Harry y a Louis, los cuales se reían sobre algo que desconocíamos, esperando fuera.
-¿Cómo vosotros por aquí?-dije, mientras avanzaba hacia Harry y dejaba que sus brazos me envolvieran.
-Digamos que no podía estar más sin verte.
-Habéis vuelto muy empalagosos de París, ¿no?-Observó Louis-Ah, no, que ya lo érais antes de iros...
Ambos le miramos mal y él se rió, mientras le pasaba a Bego un brazo por los hombros.
Volvimos a casa (a su casa, vamos a especificar), pero despedimos a Jeydon antes, el cual iba  a ver a Amber.
Pasamos allí el resto de la tarde, yo haciendo deberes de irlandés junto con mi querido profesor Niall y los demás en el salón, viendo hablando o bien tratando de ver la tele.
Bego, aunque estaba bien, estaba aún un poco decaída por la marcha de Isa, pero era normal, estaban muy unidas, pero ya nos tenía a nosotros para consolarla. Sobre todo a Louis, que no la dejaba sola ni un momento.
-Tengo hambre-dijo Niall.
-Ya, claro, ¿y cuándo no?-le dijo Zayn.
Estuvimos debatiendo si mandábamos a alguien a la cocina a hacer algo de cena, cuando Liam dijo que nos fuéramos por ahí, que qué era de eso de cenar todos los días en casa.
No protestamos ninguno.
Bego sugirió llamar a Sigrid, para que se nos uniera.
Ninguno protestamos, le di mi teléfono y la dejamos encargada de hablar con ella mientras Niall gritaba como loco (estaba feliz porque íbamos a cenar en breves).
Dijo que había aceptado y, como pillaba cerca de su casa, pasaríamos a recogerla, por lo que nos fuimos y, en efecto, estaba estaba allí, esperando.
-¿Llevas mucho esperando?-le preguntó Zayn.
-Zayn tiene problemas con eso de la puntualidad y la hora-apuntó Louis, haciendo que nos riéramos.
-Pues no, la verdad, acababa de bajar.
-Ah, menos mal.
-Sí, Zayn, respira tranquilo.
Louis esquivó la colleja de Zayn y seguimos andando hasta llegar al restaurante al que siempre íbamos, aquel italiano tan... Peculiar.
Le habíamos tomado mucho cariño, pues allí habíamos vivido muchas cosas, además, pensábamos que Mostachini (ya sabéis, el camarero, del que aún no habíamos conseguido adivinar el nombre. Nadie tenía el suficiente valor como para preguntárselo) había dejado de odiar a Niall (recordemos que la primera vez que estuvimos aquí Niall y él tuvieron algunos artecados y entre ellos se creó una leve enemistad).
Nos sentamos en la mesa de siempre, la cual ya considerábamos nuestra mesa.
Mostachini no tardó en atendernos y nos lo pasamos bien durante la cena, hablando de esto y lo otro, riéndonos y haciendo el idiota (eso sobre todo Louis y Niall, no sabemos por qué)
El domingo fue un día la mar de tranquilo, el cuál me lo pasé haciendo deberes.
-¿Te puedes creer que estoy estudiando más irlandés de lo que he estudiado nada en toda mi vida?
-Me lo creo y ahora sigue traduciendo.
-Harry, ayúdame.
-¿Y qué quieres que yo haga?-dijo el aludido.
-Sálvame.
-Pero tú misma le pediste que te enseñara. Atente a las consecuencias.
-Ah, traidor.
Por la tarde, mandamos a Zayn y a Niall (al primero para que le diera un poco el aire y al segundo para que me dejara un rato en paz con los deberes) a buscar a Sigrid para ver unas cuantas películas, con palomitas y bebida.
Bego incluso se trajo a Pepa (por petición expresa de Louis, cómo no).
Liam regañó a Pepa por saltar en los sillones y Louis regañó a Liam por regañar a Pepa, hasta que Marta le dio una colleja y a Bego no le dio la gana de salir en su defensa.
El lunes por la mañana, salí de nuevo a correr, aunque esta vez con la compañía de Bego, que se apuntó y Sigrid (Marta dijo que eso de correr no era lo suyo y que la enviáramos una postal o algo).
Por la tarde, de nuevo tocó academia y, al salir, Harry nos estaba esperando.
-¿Y Louis? ¿Dónde te lo dejaste?-pregunté.
-Sé perdió por el camino, qué sé yo.
-Se está preparando, ¿no?-dijo Bego.
-Sí, exacto.
Yo me les quedé mirando sin comprender nada.
-¿Qué? ¿Qué se está preparando para qué? ¿Qué pasa? ¿Por qué? ¿Qué me he perdido?
Los dos me miraron.
-¿No se lo dijiste?-le preguntó Bego.
-No.
-Me dijiste que lo harías, nosotras no lo hicimos por eso.
-¿Qué pasa? ¿Qué no me habéis dicho? ¿Harry?
Empecé a asustarme.
-Ey, no pongas esa cara, Cris. No es nada malo.
-Pues entonces dímelo.
Harry suspiró.
-¿Te acuerdas del vestido y de los zapatos que te compré?
-¿Cómo olvidarlos?
-Bien, pues quiero que vayas a casa y te pongas ambas cosas.
-¿Por qué? Ah, no me digas, sorpresa.
-Tenemos poco tiempo-observó Bego.
-Está bien...-dije, algo molesta.
Ya sabía Harry lo que opinaba de las sorpresas y él no dejaba de sorprenderme. Es... Bastante frustrante.
Fuimos a casa a la carrera, me duché rápidamente, me sequé el pelo a conciencia (yo creo que necesitaba un corte, lo hablaré con Harry, pues él ama mi pelo), me vestí y me calcé.
-¿Adónde vas?-quiso saber mi madre.
-¿Qué sé yo? Buena pregunta.
-¿Y ese vestido?
-Ah, me lo regaló Harry, con los zapatos. ¿Te gusta?
-Oh, sí, es muy bonito.
-Lo eligió él. Pero no sé adónde vamos. No creo que muy lejos o a algo muy importante.
Salí de casa y una enorme furgoneta con los cristales tintados esperaba en la puerta de la casa de los chicos, aunque ellos estaban fuera, en el porche, bien vestidos, como siempre, conjuntados unos con otros. También estaban Bego, Marta y Sigrid.
-¡Ah, aquí estás!-dijo Zayn.
-Oye que no he tardado tanto.
-Claro que no, pero ya sabes cómo es Zayn con la hora-me defendió Harry.
Nos metimos todos en la furgoneta y esta arrancó.
-¿Me vais a decir ya adónde vamos? He venido aquí en la más completa ignorancia y solo por amor.
-Ya lo verás...-dijo Louis.
-Yo no quiero verlo, quiero saberlo.
-Bueno, no importa, no tardarás mucho en descubrirlo.
Me frusté, pues nadie tenía intención de decirme nuestro destino.
-¿Y a ti cómo te engañaron para venir?-le pregunté a Sigrid.
-También vengo en la ignorancia, como tú.
-Esto es secuestro y lo demás son tonterías.
Al rato, empezamos a oír gritos.
Miré por la ventana tintada y distinguí gente tras ella.
-Pero...
La furgoneta se paró y la puerta se abrió, incrementando el número de chillidos que nos destrozaban los oídos.
Los chicos bajaron primero y nos ayudaron a bajar a nosotras.
Aferré la mano que Harry me tendía y bajé de un salto al suelo.
-¿Pero se puede saber dónde me habéis traído, pedazos de locos?
Todos se ríeron.
-Vas a asistir a la entrega de un Brit.-me anunció Zayn.
-Eso si nos lo dan-dijo Liam, por lo que nos reímos.
-¿Me habéis traído a una entrega de premios? ¡Esto saldrá en la tele! Creo que me voy a morir...
-Verás como no-dijo Harry, sonriéndome.
-Como hagas eso, verás como sí. Ya te tengo avisado sobre tus sonrisas, Harry.
Tuvimos que posar en el photocall con ellos.
-Emm... ¿Somos bien recibidas aquí?-les pregunté a mis amigas.
-Eso espero-dijo Marta.
-Aquí hemos venido por ellos-dijo Bego-Olvidáos de lo demás.
-Y todo esto porque fui a dejar a mi hermana en tu casa... Si lo llego a saber...-dijo Sigrid, haciéndonos reír.
Tras esto, avanzamos para dejar paso a otros artistas y los periodistas nos abordaron.
Le pellizqué a Harry en el brazo.
-¿Y si me preguntan algo? ¡Debiste haberme avisado para que me preparara un discurso!
Él se rió.
-No creo que lo hagan.
Pero se equivocó, pues mis amigas y yo fuimos sometidas a preguntas.
-¿Qué se siente al ser la afortunada chica de la que está enamorado Harry Styles?
-Umm...Eh... Se siente bien.
-¿Cómo véis el futuro?
-Pues espero que Liam y yo lo veamos juntos.
-¿Cómo es ser la causa de las espectaculares sonrisas de Louis Tomlinson?
-Es... Una sensación imposible de describir.
-¿Sois conscientes de lo afortunadas que sois?
Nosotras nos miramos y respondimos a la vez.
-Lo somos.
Tras un rato de preguntas incesantes, me deslicé para escuchar la entrevista de Harry.
-Habéis estado unos días de vacaciones, ¿no es así?
-Sí-respondió Harry-Sí, es cierto.
-¿Todo bien por París?
Se rió.
-Oh, sí, todo perfecto.
-¿Habreís recargado las pilas para los conciertos de invierno, cierto?
¿Qué? ¿Conciertos de invierno?
-Os llevarán por países europeos y eso es mucho trabajo. Aparte, allí las fans son muy dedicadas. ¿Cómo lo veís?
-Pues... Um... Yo creo que estamos preparados. Sí, es una cantidad enorme de trabajo, pero podremos con ello, contamos con grandes apoyos, además.
Después de unas cuantas preguntas más, Harry fue libre y me miró.
La visión que tuvo de mí no debió de ser muy alentadora, pues le miraba con la cara desencajada por el enfado y los brazos cruzados.
-Conciertos de invierno. No, si no nos vamos, estaremos juntos por mucho tiempo. Claro y yo te creí.
-Por favor, aquí no.
-No, claro, claro. No voy a montarte una escenita aquí. No soy tan estúpida.
-No estaba diciendo eso.
-Sé lo que estabas diciendo.
Avanzó para ponerse a mi lado e intentar poner un brazo alrededor de mí, pero me aparté.
-Déjame.
Él suspiró y se apartó de mí.
Más tarde entramos en una gran recinto, muy parecido por dentro a un enorme teatro y nos indicaron dónde sentarnos.
-¿Vosotras no pudísteis decirme nada?-le espeté a mis amigas.
Ellas se miraron.
Bueno, a Sigrid no le espeté nada, pobrecilla. Ella no tenía manera de saberlo.
-Nosotras pensamos que lo sabías-dijo Marta.
-Sí, pensamos que Harry te lo diría... Allí en París-dijo Bego.
-Escuché a Niall y Zayn hablar sobre ello... Y cuando le pregunté, él me lo negó. Ha vuelto a mentirme. 
-Quizá lo hizo por algo en especial...-aventuró Marta.
-Dejad de intentar justificarle.
Durante la gala de premios, intenté no mostrar el enfado que sentía por dentro, así que lo escondí tras una sonrisa.
Los chicos actuaron y nosotras cantábamos y dábamos palmas.
Cualquiera diría que estaba mortalmente enfadada con Harry.
Cuando anunciaron que habían ganado, todos nos levantamos, entre gritos y saltos y nos abrazamos.
Fue muy emocionante y, por un momento, olvidé mi enfado, aunque pronto lo recuperé.
Nos dejaron coger el premio, pero Niall nos lo robó para acunarlo cual bebé. Eso nos dio miedo.
Debieron de haberme avisado, así le habría dicho a mí mamá que de nuevo salía en la tele. Era una locura.
Una vez finalizada la gala, pasamos a un recinto más pequeño donde se servía algo de comida.
Niall fue corriendo a la mesa donde estaba la comida y supimos que no se iba a apartar de ahí en toda la noche.
Harry me cogió del brazo y tiró de mí hasta sacarme fuera por una de las puertas que daban al exterior.
Hacía algo de frío fuera (por no decir bastante, dado el mes en el que estábamos) y yo llevaba los hombros descubiertos, por lo que me los cubrí los los brazos, intentando darme algo de calor.
Harry se quitó la chaqueta y me la tendió.
Por un momento, pensé en protestar, pero recordé lo sucedido en Halloween con el tema de la chaqueta y decidí no hacerlo, por lo que la cogí y me la puse.
Por unos minutos, ambos estuvimos callados, mirándonos.
-Me mentiste. Otra vez.-dije, acusándole con el tono de mi voz.
-No era esa mi intención.
-Puede que no lo fuera, pero lo has hecho. Así se me hace muy díficil confiar en ti. Si, cada vez que confío, me destrozas, habrá un momento en el que no confíe más.
Él me sostuvo la mirada.
-Así que dime, ¿por qué?
-No pretendía mentirte, sólo buscaba el momento más adecuado para decírtelo.
-Y ese momento del que hablas es este, ¿no? Aquí, en medio de todo el mundo, me entero por medio de un periodista que te hace una pregunta.
-No era así como yo quería que te enterases.
-Pues el caso es que es de la manera en que me he enterado. ¿Cuándo os vais?
Él miró hacia otro lado antes de contestar.
-Mañana.
Asentí con la cabeza y me crucé de brazos.
-Vale, mañana. ¿Y cuál era el momento ideal para decírmelo, ese que tenías pensado? Mañana a la hora de iros, ¿no?
Él asintió.
-Quería que no te hicieras a la idea, que fuera rápido, directo. Que...
-Que no me diera tiempo a echarte de menos antes de marcharte. Ya.
-Te lo dijera cuando te lo dijera, te ibas a enfadar igual, así que... ¿Qué más da cuando lo hiciera?
-Eso no es cierto, Harry. Si me enfado, es porque me ocultas las cosas. No me enfado porque te tengas que ir, sufro por ese hecho, pero es tu trabajo, es tu vida. Yo lo entiendo, lo respeto y te quiero.
Él fue a decir algo, pero le detuve con un gesto, indicando que iba a continuar.
-En París hubiera sido un buen momento para decírmelo. Bien es cierto que te hubiera empezado a echar de menos desde entonces, pero tampoco es la solución decírmelo antes de separarte de mí. Tan chocante es una cosa, como la otra.
Él me seguía mirando.
-No estoy ya enfadada, pero quiero que te enteres de una vez que quiero que dejes de ocultarme las cosas, que estoy aquí por y para ti y para siempre. ¿Ha quedado claro?
Asintió.
-Bien, ahora abrázame antes de que decida darte una paliza.
Se rió y lo hizo.
Le abracé con fuerza.
Acababa de recuperarlo y ya iba a perderlo. Me lo iban a arrebatar por un tiempo. Y esa me mataba, me comía por dentro.
-Me llevaste a París para pasar el máximo tiempo que pudieras junto a mí, ¿verdad?
-¿Por qué me lees la mente? Ya te dije que era muy frustrante.
Me reí y me separé de él, mas me le quedé mirando.
-Ay, Harry, Harry... ¿Qué voy a hacer yo sin ti? Sabes que me he acostumbrado a tu presencia a mi lado. Te necesito para vivir como al aire que respiro.
Me abrazó de nuevo y escondí la cabeza en su pecho.
-Volveremos pronto, te lo prometo.
-No sueles cumplir tus promesas-le recordé, con una sonrisa.
-Esta sí, porque nos va la vida en ello. Estaremos aquí por Navidad, quizá antes.
-Ese sería el mejor regalo para mí. Creo que hiciste mal llevándome a París. Me he hecho a ti. No sé caminar si no me estás mirando.
-Bien que caminas cuando yo no miro.
Le golpeé en el brazo.
-Eres tonto.
Él se limitó a sonreír.
-Quería decir que no soy capaz de nada sin ti. Era una bella metáfora.
-No tanto como tú.
Puse una cara que hizo que se riera.
-Además, me he acostumbrado a la independencia, a la libertad y, sobre todo, a ti y a mí.
-Hice bien. Cuando nos vayamos a vivir juntos, eso será así.
-¿Qué? Bromeas, ¿no? Te estás quedando conmigo.
-Claro que no, lo he estando pensando. No tiene por qué ser ahora, pero en un futuro... ¿Por qué no? Hablaremos de ello cuando vuelva, ¿de acuerdo? Tienes tiempo para pensar en ello.
-No hay nada que pensar, ya está todo pensando.
-Sé lo impulsiva que eres y prefiero que lo pienses.
Hinché los mofletes fingiendo indignación.
-Llévame contigo, me lo prometiste.
Él suspiró.
-Sé que lo hice y ahora no puedo, pero no me he olvidado de esa promesa, te lo aseguro.
-Jo.
-Además, alguien tiene que quedarse a cuidar de Bego y Marta y la chica nueva, Sigrid. Debes integrarla en el grupo.
-¿En el de mis mejores amigas? Mm... No sé... Porque luego vosotros os las ligáis a todas. Amiga que tengo, amiga que os ligáis.
Él se rió.
-Podría  decirte lo mismo.
-¿Qué? ¿Ya estamos con eso otra vez? Oye que con Liam no he tenido nada...
-Aún.
-¿Aún? ¿Qué insinúas? ¿Quieres morir?
Se rió más alto y yo me reí con él.
[...]
Nos miramos por largo tiempo.
"No te marches" le decían mis ojos.
-No tardes en volver-le dijeron mis labios.
Él me abrazó por toda respuesta.
Lo que había que hablar, ya lo habíamos hablado antes.
"No me olvides"
-No te olvides de llamarme.
-Sabes que no, nunca.
-Y no hagáis mucho el bruto, que os conozco.
-Tampoco, no te preocupes.
-Te quiero.
-Lo sé.
"No llores".
Se iban a marchar cuando decidió volver sobre sus pasos y abrazarme de nuevo.
Tras eso, me susurró:
-Y no llores. Me lo prometiste.
Asentí con la cabeza y él se marchó, a tiempo de no ver cómo me secaba una lágrima que corría, traidora, por mi mejilla.
De nuevo en mi habitación, miré su casa con angustia.
Harry no estaba y ninguno de los chicos tampoco.
Las chicas habían dicho de quedar todas juntas, pero yo había denegado su oferta.
No estaba de humor.
Ninguna me decía nada, pero yo lo leía en sus miradas.
Temían por mí, me conocían bien.
Harry lo era todo para mí y lo necesitaba para mantenerme cuerda y no perder la cabeza, para mantenerme con vida. Ahora, que no estaba, no sabía cómo hacerlo.
Aunque podría tener una ligera idea de cómo sobrellevarlo.
"Puedes vivir en casa, ya sabes. Acostúmbrate para cuando nosotros vivamos en una".
"Oh, sí. Pero tú cocinas, ya sabes".
Cogí de nuevo mi bolsa, la llené de ropa, bajé a la cocina, cogí algo para comer, informé de mis intenciones a mis padres y me fui a casa de los chicos.
Hice deberes en el salón, después vi una película y cené.
Cuando me sentí cansada, subí al cuarto de Harry a dormir.
Encendí la luz del cuarto y me sorprendí al encontrar un folio sobre la almohada.
Me acerqué y lo cogí.
Tenía una sola palabra escrita.
"Siempre".
Y sabía por qué lo decía y por qué estaba allí.
"¿Estarás cuando despierte?"
"Siempre"
Harry iba a ser fiel a su promesa, aún no estando presente físicamente.


¡Hola! Soy @Cris_Jbieber, aunque eso ya lo sabíais. Sé que he tardado en subir y no voy a daros excusas de ningún tipo, aunque puedo decir que subiré de nuevo en breves y que no tendréis que esperar tanto. Vuelve la acción, vuelve Forever Young.
Si tenéis preguntas sobre el capítulo o la novela o cualquier cosa, podéis preguntarme aquí  
http://ask.fm/CrisBieberHoranStyles
@Cris_Jbieber